El cerco gallego en gestión conjunta permanecerá amarrado y acampado en Santiago tras la enésima reunión con la Administración. Convocada esta tarde de forma imprevista por parte de la Consellería do Mar y de la Secretaría General de Pesca, la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) se presentó en San Caetano para recibir una nueva propuesta por parte del Ministerio de Agricultura y de la Xunta. Sin embargo, y según ha relatado el portavoz de la asociación, Andrés García, no fue eso lo que se encontraron: "Fue una reunión tensísima que no sirvió para nada. Andrés Hermida [secretario general de Pesca] tan solo nos quiso decir en persona que no podía hacer más y que no podía anular el plan", ha explicado.

En un encuentro en el que también estaba la conselleira Rosa Quintana, los miembros de Acerga mostraron su malestar a la salida de la reunión. "La flota no está dispuesta a seguir como hasta ahora. No podemos, va a ocasionar la ruina del sector", ha manifestado García. Por este motivo, desde Acerga ofrecieron una nueva alternativa a Quintana, que pasa por la difícil tarea de que la conselleira convenza a toda la flota de Galicia (incluidos aquellos barcos que ahora operan de forma individual) para unir su cuota y trabajarla igual que hacen los barcos de Acerga en la actualidad.

"A mí me gustaría que la flota estuviera unida, pero no se puede obligar a nadie a trabajar de una manera determinada", ha indicado la conselleira, que ha matizado que "con imposiciones no se va a ningún sitio". "Hay 42 barcos fuera de Acerga que están trabajando", ha concretado la Quintana.

Hermida, por su parte, quiso mostrar su "decepción" porque la flota no aprovechase el intercambio de 500 toneladas de xarda por jurel para reabrir la pesquería. "Para poder pensar en cualquier tipo de revisión tenemos que hablar con todo el mundo y es lo que queremos hacer. Y obviamente tendremos que hacerlo cuando acabe la campaña de 2015", ha señalado. "La postura de Acerga es un poco intransigente", ha sentenciado.