La conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, se reunió ayer por la tarde con la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que representa al 75% de los buques de la comunidad. El encuentro, que viene dado por la petición del sector realizada hace semanas, sirvió para que los cerqueros expusiesen sus problemas a Quintana, centrados sobre todo en la falta de cuotas y, en concreto, en los cupos de anchoa en la zona IXa (de Fisterra a Cádiz) y de jurel en la VIIIc (de Fisterra a Vizcaya). Sin embargo, fuentes del sector explicaron ayer que existe la posibilidad de que los barcos opten por realizar un amarre total e indefinido a partir de la próxima semana.

Para eso, Acerga convocó mañana a las 11.00 horas una asamblea abierta en Santiago en la que los responsables explicarán a los armadores las contestaciones de Quintana, que el portavoz de la asociación, Andrés García, no quiso adelantar. "Primero tenemos que informar a los asociados, que decidirán el sábado qué opciones tomar", comentó García a la salida del encuentro.

Según indicó el también patrón mayor de Sada, Acerga explicó que con la coyuntura actual "el sector no está cómodo" y que llevan tiempo alertando de "una falta de cuota tremenda". "Nos seguimos quejando de que tenemos una presión desmesurada", sentenció el portavoz.

Fuentes del sector, por otra parte, alertaron que el sábado lo que se decidirá serán las movilizaciones a llevar a cabo. En concreto, el cerco apuesta -así se publicó en este periódico- por realizar una amarre de toda la flota. "El objetivo es vaciar el mercado, pero para ello tienen que unirse todos los barcos y no solo unos pocos. Tiene que ser colectivo con todas las consecuencias", indican.

El cerco, que apoyó la reivindicación de la volanta, compara la problemática de la merluza para esta flota con la que están sufriendo con el jurel. "El sector pesquero gallego se empieza a dar cuenta de que el problema es el reparto. Las capturas históricas no valen para nada", se quejan las mismas fuentes.