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La flota gallega, acorralada por la búsqueda de hidrocarburos

El "boom" petrolífero estrecha ahora el cerco sobre la flota viguesa en NAFO

Canadá autoriza nuevas perforaciones a la noruega Statoil en el caladero del Atlántico noroccidental, lo que obliga a 21 buques a cambiar sus zonas de pesca durante 35 días

La flota pesquera gallega ha vuelto a sentir en sus carnes los perjuicios de la carrera de las grandes compañías petroleras por los nuevos yacimientos marinos de crudo y gas. En esta ocasión, los damnificados son los 21 buques arrastreros con base en Vigo que desarrollan su actividad en el caladero de NAFO (la Northwest Atlantic Fisheries Organization), en el Atlántico noroccidental, y que se dedican a la captura de especies como el fletán y el bacalao, entre otras. Las autoridades canadienses acaban de autorizar a la multinacional noruega de hidrocarburos Statoil 45 nuevos sondeos en 19 puntos localizados en las áreas de Flemish Pass y Northeast Newfoundland Slope, dentro del caladero de NAFO, lo que obliga a todos los buques que pescan en las zonas afectadas a retirarse durante los 35 días que dura la campaña.

Las prospecciones en NAFO en busca de petróleo y gas natural (e incluso minerales) llevan unos siete años realizándose, aunque se han intensificado en los últimos meses. Fuentes del sector pesquero confirman que ya hay más de medio centenar de sondeos autorizados a diferentes compañías petrolíferas (entre ellas gigantes como la norteamericana Chevron o la holandesa Shell, entre otras), tanto en aguas territoriales canadienses como internacionales, con la intención de iniciar la extracción de hidrocarburos en el horizonte de 2020. La última de estas campañas aprobadas por Canadá, que comenzó esta misma semana, la encabeza la petrolera noruega Statoil, según informó NAFO a las compañías armadoras.

El área a explorar se extiende sobre una lámina de agua de 380x380 millas náuticas en varios puntos de las zonas de Flemish Pass y Northeast Newfoundland Slope (donde hay reservas protegidas de corales y esponjas marinas). En total, según señaló NAFO, se realizarán 45 prospecciones en 19 localizaciones diferentes (en las coordenadas 49º norte-49,5º oeste, 49º norte-45,5º oeste, 46º norte-49,5º oeste y 46º norte-45,5º oeste). El buque que llevará a cabo las extracciones es el Maersk Chancellor (de bandera canadiense y 70 metros de eslora por 18 de manga), que ya se dirige a la zona. "Cuando están trabajando nos mandan a tomar por saco, o alguien hace algo o tenemos que marchar de nuevo", reconoció un armador con intereses en la zona.

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Esta nueva campaña tiene especial incidencia en la flota viguesa de NAFO, ya que la mayoría de los 21 buques que faenan en este caladero se encuentran en la actualidad en la zona. La zona es especialmente rica en especies de gran valor comercial como el fletán y el bacalao, entre otras. Y al igual que en otras zonas donde la flota gallega se está viendo perjudicada por la búsqueda de hidrocarburos en el lecho marino, desde el sector se echa en falta una mayor presión de las organizaciones ecologistas que tantas veces han puesto sobre la piqueta a la industria pesquera.

Hasta ahora, las prospecciones petrolíferas y de gas están afectando a las flotas gallegas de Gran Sol y Mar Céltico (donde faenan un total de 86 buques, la mayoría vigueses), Malvinas (con una veintena de buques de gran altura) y ahora NAFO (otros 21 buques con base en Vigo). El nerviosismo de los armadores gallegos, que ven peligrar parte de sus campañas de pesca por la acción de las petroleras, ha llegado incluso hasta Bruselas, como avanzó FARO en exclusiva. En una pregunta encabezada por el BNG a través de la coalición Europa de los Pueblos, la formación reclamó a la Unión Europea (UE) que explique de una vez por todas si los caladeros que se encuentran dentro de los planes del Gobierno irlandés se verán perjudicados por las prospección.

Pulsos sónicos de 259 decibelios para detectar la presencia de crudo y gas en el lecho marino

  • Ocho veces el rugido de un avión a reacción despegando. Así suena un buque sísmico (seismic vessel) en plena búsqueda de hidrocarburos o minerales en el lecho marino. Las prospecciones de petróleo y gas se realizan mediante disparos con cañones de aire que emiten pulsos de sonidos de hasta 259 decibelios hacia el fondo del mar, práctica que según varios estudios científicos independientes y de organizaciones ecologistas, tiene un efecto inmediato sobre los stocks de las especies de la zona.Una vez detectadas las bolsas de hidrocarburos, llega el turno de verificar los hallazgos con las primeras perforaciones y extracciones, que es lo que va a hacer el Maersk Chancellor en el caladero de la Nafo. Este navío es un supply vessel, un remolcador de apoyo a la industria petrolífera, que transporta una unidad de perforación portátil que realizará 45 exploraciones en 19 localizaciones del caladero, en una campaña que durará 35 días. Y en función de los resultados de estas perforaciones, y del coste que tenga para la petrolera (en este caso, la compañía noruega Statoil) la extracción de hidrocarburos en cada punto analizado, se decidirá si es rentable su explotación o no, en lo cual es determinante el precio del crudo.El sector pesquero vigués se siente "acorralado" por la "fiebre petrolera", que podría ir a más en el momento en que el precio del petróleo repunte. La ampliación de las prospecciones en Irlanda ya había llevado a la Cooperativa de Armadores a enviar una misiva al director general de Ordenación Pesquera, Carlos María Larrañaga, para expresarle su preocupación. Se da la paradoja de que la ría de Vigo, además de sufrir el efecto de las prospecciones en su flota pesquera, es uno de los principales fabricantes de buques sísmicos y de apoyo a la industria offshore de Europa.

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