Los pescadores de la localidad nipona de Taiji iniciaron ayer la temporada 2015-2016 de caza de delfines bajo la atenta mirada de activistas internacionales que acudieron al lugar para protestar y pedir el cese de esta controvertida práctica. Doce barcos participan en una campaña que este año cuenta con una cuota de 1.873 ejemplares, frente a los 937 capturados el año pasado.