España actúa contra la pesca ilegal. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), a través de la Secretaría General de Pesca, imputa 19 infracciones muy graves a la nueva Ley de Pesca Marítima del Estado a firmas gallegas sospechosas de faenar con cuatro barcos furtivos en el océano Antártico, entre las que se encuentra la ribeirense Vidal Armadores. Se trata del Kunlun, el Songhua y el Yongding, acusados de pescar de forma ilegal en aguas australes y apresados en los últimos meses, así como el Tiantai, un barco auxiliar.

En el marco de la Operación Sparrow, el Gobierno analizó los más de tres mil documentos recopilados en la sede de varias empresas gallegas durante el mes de marzo. Fruto de estas investigaciones, el Ejecutivo concluye ahora que estos buques, incluidos por sus fechorías en la lista negra de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos de la Antártida (CCRVMA), tienen clara relación con estas empresas, por lo que decide imputar 19 "infracciones muy graves" que pueden suponer multas de hasta 600.000 euros cada una.

Además, el Ministerio también abrirá expedientes sancionadores a un total de 50 marineros españoles, entre los que se encuentran gallegos (como en el caso del Kunlun), por trabajar a bordo de estos buques durante los últimos años.

Del mismo modo, el Magrama imputa a varias firmas por la gestión directa de otras empresas pantalla domiciliadas en terceros países (Belice, Panamá y Suiza) que se encargaban de realizar labores relacionadas con esta actividad ilícita. En este sentido, también hay varios ciudadanos españoles imputados por la presunta realización de "actividades comerciales y financieras" relacionadas con la actividad de los barcos.

La Operación Sparrow también quiere poner cerco a las redes de distribución de las capturas ilegales, por lo que pondrá en conocimiento de los terceros países toda la información recabada en los registros. Por último, los servicios jurídicos de Agricultura estudian posibles acciones legales contra las empresas que prestaron servicios de apoyo a los barcos, como suministro de combustible, pertrechos y demás material.

Tres de estos cuatro buques pertenecen a los llamados Seis bandidos, perseguidos por la asociación ecologista Sea Shepherd, Nueva Zelanda o Australia y que ahora están fuera de combate. El Kunlun fue apresado en Tailandia en marzo cuando fondeaba en el país asiático. Por su parte, el Songhua y el Yongding fueron retenidos en Cabo Verde en mayo cuando llegaron bajo otros nombres.

El Tiantai, del que no se sabe nada desde marzo de 2014, es un buque auxiliar de pesca y actualmente se encuentra en paradero desconocido.