La situación en Galicia de la pesca de la Raya Undulata o raya mosaico vuelve a estar de actualidad. Con la pesquería cerrada, el sector no encuentra la explicación que sustente esta medida. Medida que de ser rebocada volvería a suponer unos ingresos muy importantes para la flota artesanala gallega, sobre todos los que faenan al "miño" (enmalle). Por este motivo, la Federación Galega de Confrarías de Pescadores solicita al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que muestre los informes disponibles sobre esta especie y, en caso de que no existan, también reclaman que "se realicen los que sean necesarios" para conocer cual es la situación del stock.
Tras la participación en las reuniones del Consejo Consultivo Regional Sur celebradas en Bilbao la semana pasada, la Federación vuelve a poner sobre la mesa un problema que afecta sobre todo a la flota de artes menores, formada en Galicia por un total de 1.419 barcos. "Un barco de artes varias que se dedique a los 'miños' coge centolla, chopo, lenguado, rayas,? Todo en un día. Hace la marea con todo ese conjunto", explica el presidente de las cofradías gallegas, Tomás Fajardo. "Sin embargo, si le quitas la raya, que puede costar entre 2 y 3 euros, son unos 120 euros más o menos los que pierden los pescadores", sentencia Fajardo.
Defendida como una especie que "siempre supuso un importante complemento económico para los pescadores artesanales", la Federación recuerda que en la actualidad está abierta en la zona VIIIc (de Fisterra al Bidasoa) como pesca accidental, con un tope máximo de 20 kilos por barco y marea.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), José Luis Rodríguez, explicó que éste "es un problema más" con el que tienen que lidiar. "Además, sin tener nosotros nada que ver con el agotamiento del recurso", matizó.
Rodríguez indicó que "las restricciones siempre van para las flotas de artes menores", por lo que exige además "saber de quién es la culpa para luego ver de qué forma se puede evitar llegar a esta situación de nuevo, para así conseguir la recuperación de la especie".
Por otro lado, la Federación informó también de un estudio de 2013 de la Comisión Internacional para la Explotación del Mar (ICES, en sus siglas en inglés) en el que "considera que esta especie puede ser local o estacionalmente abundante y capaz de soportar alguna explotación", además de que "prohibir su desembarco puede ser controvertido" y "que no recomendó a la UE la actual prohibición".
Según Fajardo, los pescadores están encontrando raya en abundancia en aguas gallegas, "por lo que no entienden los motivos de la prohibición".
Las rayas alcanzaron el año pasado un precio medio de casi 2,06 euros en las lonjas de la comunidad, en las que entraron 774.382,99 kilos que se vendieron a 1.597.683,90 euros. El precio máximo alcanzado en una rula durante 2014 fue de 8,15 euros.
