A las siete de la mañana, Óscar González ponía rumbo en su planeadora "Adoración" desde Meira hacia el banco de O Cabalo, en la ensenada de San Simón. Como la gran mayoría del sector del marisqueo a flote de la ría de Vigo, optó por iniciar la campaña de verano de la almeja y berberecho en un banco más próximo, en lugar de aventurarse en las Cíes, con más gasto de combustible y a la espera de que abra la Zona II de la ría, en el frente de Moaña, cerrado por toxina: "¡Mientras se gane aquí...!" , exclamaba tras acabar la jornada.

A mediodía ya estaba descargando la mercancía en la lonja de Meira para venderla después en la subasta en Vigo y la valoración era positiva: el cupo se cogió bien, había buen berberecho, buena almeja japónica y solo escaseó la almeja fina. Los precios, después, en la subasta acompañaron la jornada y el berberecho se vendió bien entre 6,75 y 3,50 euros el kilo; la almeja fue algo peor, pero sin levantar tampoco quejas: la japónica se comercializó entre 6 y 5,30 euros y la fina, entre 23 y 17,50 euros.

En O Cabalo se reunieron ayer alrededor de un centenar de barcos de las cofradías de Moaña, Arcade, Redondela, Vilaboa y Cangas en el primer día de la apertura de la campaña de verano del marisqueo a flote, que está marcada por el cambio de los bancos. Los de invierno son ahora intocables.

En este primer día no acudió todo el sector, dedicado a otras artes como "trasmallos" o el "xeito", en espera de que llegue la época más fuerte de julio. Baiona no acudió al estar su flota -integrada por unos 20 barcos de los que 6 suelen acudir al marisqueo- trabajando el percebe.

Por cofradías

El secretario de la cofradía de Moaña, Luis Sequeiros, asegura que de esta cofradía se llegaron a vender en la subasta de Vigo 350 kilos de japónica, entre 6 y 5,50 euros el kilo; 320 de croque, entre 6,75 a 3,50 euros/kg; y 43 de fina, entre 23 y 17,50 euros/kg. Acudieron 35 barcos de una flota de 60.

De Redondela, lo hicieron 22 de las 80 embarcaciones, tal y como asegura el patrón mayor, Clemente Bastos. Los redondelanos vendieron 22 kilos de fina entre 21,20 y 18,50 euros/kilo; solo 5 kilos de babosa, debido a la mortandad por agua dulce, que se comercializó a 12,95 euros/kg; de croque fueron 160 kilos, entre 6,75 y 4; y de japónica, 210 kilos, entre 5,50 y 5 euros.

Los mariscadores de Arcade vendieron 650 kilos de japónica, 354 de croque; 77, de fina y 3 de babosa.De Vilaboa acudieron una decena de barcos que consigueron el cupo de 7 kilos de japónica por tripulante, 8 de berberecho y 1 de fina. Tanto en Redondela como en Vilaboa, también trabajaron las mariscadoras de a pie -90 y 50, respectivamente-. Las playas de Moaña permanecen cerradas por toxina.