Vigilantes de la Cofradía de Vilanova de Arousa y agentes de la Guardia Civil interceptaron en la madrugada de ayer a seis personas en O Terrón a las que se le requisaron 130 kilogramos de almeja. Los furtivos actuaban en dos grupos de tres personas cada uno en el banco marisquero de As Carballas cuando fueron localizados por los vigilantes y por la Guardia Civil, que procedieron a su identificación antes de devolver el marisco incautado al mar.

La patrona mayor de Vilanova, Evangelina Lago, apuntaba ayer que "el banco de As Carballas es muy importante para nosotros ya que, en estos momentos, comienza a ser productivo después de haber sembrado hace algunos años, por lo que de no controlar el furtivismo, el golpe para el sector podía ser muy duro".

Lamenta Lago que el furtivismo siga siendo considerado como "una falta administrativa, ya que esta gente no tiene nada a su nombre y les importa muy poco ser identificados, debería ser delito de una vez por todas".

La patrona destaca el hecho de que, pese a los problemas laborales que existen en la Cofradía de Vilanova, "se ha mantenido la vigilancia para evitar que nos quedemos sin marisco".