La pesquería del atún rojo en el Atlántico oriental y el Mediterráneo, que se desarrolla en la actualidad, está sometida a un férreo control por parte de la Unión Europea y tiene a Vigo como centro de coordinación global.

Y es que, la sede de la Agencia Europea de Control de la Pesca (Aecp) acoge desde hace unas semanas a una variada representación de la decena de países ribereños del Mediterráneo cuyas flotas participan en la pesquería, como es el caso de Italia, Francia, Chipre, Malta, Grecia, la propia España o Croacia, que este año se integró en el plan de despliegue conjunto coordinado por el organismo comunitario.

Así, en la base de operaciones de la Aecp conviven cada día, incluso en fin de semana, un coordinador por cada país participante en el plan de despliegue establecido para dar cumplimiento estricto al plan de recuperación de la especie establecido por Iccat, la organización internacional encargada de gestionar las capturas de túnidos en el Atlántico y mares afines, como el Mediterráneo.

La labor de los coordinadores de cada Estado desde Vigo se complementa con el despliegue de una importantísima dotación de medios marinos, es decir, de los barcos y patrulleras que cada país destina a esta misión y que pueden ascender a una veintena. En paralelo, se realizan controles de capturas a través de los medios electrónicos instalados a a bordo de los pesqueros, además de controles en tierra para verificar las descargas e, incluso, el operativo cuenta con el apoyo de medios de seguimiento de la flota pesquera por satélite.

Es así que este año, otra vez, la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo, se convierte en la más vigilada del mundo, tal como pretende Bruselas, para evitar el colapso de la pesquería.

Los datos de una "recuperación espectacular",de la especie, según la valoración de la Secretaría General de Pesca española, parecen avalar el resultado tanto del plan de recuperación como del operativo de control.