Los operadores del puerto pesquero de O Berbés tienen previsto analizar esta tarde con la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, los problemas y tensiones sucitados por la posibilidad de tener que separar en espacios físicos diferenciados la primera venta -subastas del pescado desembarcado en el propio puerto- del canal de segunda venta, al que llega mayoritariamente el pescado por vía terrestre.

La posible obligación legal de contar con dos lonjas diferenciadas para ambos canales de venta y el temor a que el incumplimiento pueda incluso dar lugar a la paralización de la actividad en el primer puerto pesquero de España encendió los ánimos del sector, que vaticina perjucios en tal decisión, al tener que duplicar medios y personal. A esta preocupación se une el malestar por la reiteración y rigor de los controles sanitarios que se suceden en los últimos meses en O Berbés y que hacen que los operadores lleguen a sentirse víctimas de "persecución".