La lonja pesquera de Vigo, la más importante de España y Europa en venta de pesca fresca, vive tiempos de "mucho malestar" . Y es que a la tensión que produce a los profesionales pesqueros la constante y "creciente" presión de las inspecciones sanitarias que realizan los técnicos autonómicos, se suma ahora el temor a que pueda limitarse la segunda venta de pescado. Así se denomina a la comercialización del producto que llega mayoritariamente por vía terrestre al puerto de Vigo procedente de otros puertos gallegos y de otros países en busca de los mejores precios que se suelen obtener en la rula viguesa. A este canal de comercialización es al que acuden, por ejemplo, los grandes distribuidores, que reclaman importantes cantidades de producto, imposibles de aportar por la flota que descarga a diario, señalan las fuentes pesqueras consultadas por este diario.

Y, ahora, los comercializadores de pescado del puerto vigués ven amenazado este canal de segunda venta, que supone ya más de la mitad de la facturación de la lonja de Vigo,de aplicarse "estrictamente" la normativa que, asegura el sector y la Consellería de Sanidade ayer no aclaró a este diario, obliga a diferenciar los espacios de comercialización de la pesca descargada y subastada en Vigo en primera venta de este otro segundo canal, equiparable a un mercado central, como los que existen en las grandes capitales españolas. Así, incluso se alude a la posibilidad de que prohibiera esta actividad en la propia lonja.

Y el sector de la comercialización del puerto pesquero vigués recuerda que "aquí ya se diferencia el pescado que llega por vía terrestre del que llega por mar y si hay que hacer cambios que se hagan, pero teniendo en cuenta cómo funciona este mercado, con reflexión y no a la brava". Y es que, según señalan, "si se acaba la segunda venta y si a esta lonja llegara solo el pescado de Gran Sol y el de aquí, de la flota del sur, se acaba el puerto de Vigo,", lo que tendría unas "nefastas" consecuencias para la economía local. Porque "si eso llegara a pasar se perderían los compradores que vienen aquí porque solo con la segunda venta podemos atender sus necesidades y si no las cubrimos se irán y entonces tampoco vendrán los barcos y esto es una cadena", afirman.

Ayer, el sector mantuvo una reunión con el presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López Chaves, para trasladarle su gran preocupación por este asunto "trascendental" y perdirle su ayuda ante la Consellería de Sanidade, para "que aporte soluciones". Precisamente hacia los inspectores de Sanidade apuntan buena parte de los lamentos del sector, debido a "toda esta presión que sufrimos en los últimos meses, con un exceso de celo difícil de explicar, con inspecciones seguidas en todo y por todo, con actas y sanciones, cada vez mayores; que ya parece que quieren acabar con el puerto de Vigo". Así, recuerdan que "la gente se siente perseguida y acosada, porque nunca se sabe por quién van y en vez de gente trabajadora parece que somos sospechosos y así no podemos seguir y todo el mundo tiene que saber lo que la ciudad se juega".