Los buzos del Salvamento Marítimo y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que participan en las labores de búsqueda de los tripulantes desaparecidos del pesquero Santa Ana -que naufragó el lunes de la semana pasada frente a cabo Peñas (Asturias)- recuperaron ayer del interior del arrastrero los cuerpos de dos de los cuatro tripulantes que aún permanecían desaparecidos, el del joven asturiano Marcos del Agua Chacón, alumno en prácticas embarcado en el pesquero, y el del segundo marinero indonesio, Wasito. Los familiares de las víctimas reconocieron los cuerpos a su llegada al puerto de Avilés.

De los nueve tripulantes que iban a bordo del Santa Ana cuando embarrancó en el entorno de la isla Erbosa, solo hubo un superviviente y aún permanecen desaparecidos el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga y el mecánico Manuel María Tajes, natural de Muros. Este último, que ocupaba el cargo de jefe de máquinas, es probable, a juicio de los expertos consultados, que viajara en la sala de máquinas en el momento en el del siniestro, una hora y quince minutos después de salir del puerto de Avilés.

El capitán de los GEAS, Carlos Martínez, definió ayer precisamente la sala de máquinas como "un infierno". "Ahí abajo hay gasoil, aceite y un enjambre de tuberías", explicó, pero aseguró: "Mañana -por hoy- intentaremos revisar la zona habitable que nos queda (dos camarotes y el pañol de víveres) por si están ahí los dos tripulantes que faltan, pero de no encontrarlos bajaremos al infierno". Trabajar en la sala de máquinas es una tarea costosa que, avanzó, podría llevarles semanas. Este no es el único problema con el que se encuentran los buzos en estos momentos: a partir de mañana se prevé fuerte oleaje, marejadilla aumentando a marejada con mar de fondo de hasta dos metros.

"El pronóstico meteorológico influirá en el rastreo hasta el punto de suspender el rescate si hace falta. Ya tengo a un buceador con los dedos amputados", subrayó, contundente, el capitán. Hoy, pese a todo, se prevé que continúen los trabajos del alba al ocaso. Ayer los buzos de Salvamento y de la Guardia Civil realizaron un total de cuarenta inmersiones y algunos profesionales permanecieron bajo el agua hasta tres horas. Su trabajo dio como resultado el rescate de Wasito y Marcos del Agua. Los dos cadáveres se encontraban en los camarotes de popa. Los cuerpos de los indonesios Wasito y Suherman (rescatado el sábado) serán enviados al tanatorio y en la próxima semana repatriados a su país de origen.

Los buzos lograron conlcuir ayer la operación para abrir un agujero en el casco del barco de 1,5 metros cuadrados para contar con un nuevo acceso al interior al interior del arrastrero y retirar los objetos que obstaculizan la búsqueda de los desaparecidos.