Los buzos de Salvamento Marítimo y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que durante la jornada de ayer trataban de hacer un agujero en el casco del pesquero Santa Ana -hundido el pasado lunes en las proximidades del cabo Peñas- tuvieron que suspender la operación por una avería en la lanza térmica, según informaron fuentes oficiales.

Los responsables del dispositivo de rescate pretenden hacer un boquete en el casco para que sea más fácil sacar los numerosos objetos que obstaculizan la búsqueda de los cuatro marineros que siguen desaparecidos: el muradano Manuel María Tajes, el asturiano Marcos del Agua Chacón, el indonesio Wasito y el portugués Víctor José Farinhas.

La operación de apertura del boquete se truncó a última hora de la tarde y llevó a los buzos a intentar una última inmersión para entrar al pesquero por la zona del puente de mando.

Desde primera hora de ayer los buzos de Salvamento Marítimo trabajaron en la zona de los cinco camarotes y las salas próximas a proa para crear ese agujero en el casco del buque por el que expulsar los enseres de gran tamaño que se encuentran en el interior a fin de agilizar las labores de rescate. Estaba previsto que esta labor finalizase ayer pero la avería en la lanza térmica hizo imposible acabar la tarea.

En la inmersión uno de los submarinistas rompió el traje y estuvo "próximo a la hipotermia", según confirmó el director de operaciones de Salvamento Marítimo en Avilés, Joaquín Maceiras. La lanza térmica sufrió daños por el roce de las rocas. La previsión de Maceiras era continuar hoy los trabajos con un nuevo equipo para abrir el boquete en el segundo camarote en la parte de estribor mirando desde la proa, el que ocupaba el contramaestre. "Todo indica que los tripulantes estaban en los camarotes pero buscaremos a los marineros en cualquier sitio donde pueda estar una persona", añadió el director de operaciones.

De momento los buzos de la Guardia Civil ya han buscado, y revisado, cuatro camarotes y pasillos, y han podido confirmar que ahí no se encuentran los cuerpos de los cuatro marineros desaparecidos.