Cuatro de los nueve tripulantes del "Santa Ana", el pesquero gallego hundido frente a la costa de Peñas en la madrugada del pasado lunes, permanecen desaparecidos en las aguas del Cantábrico. La búsqueda se ha reanudado esta mañana para intentar localizar los cuerpos de Manuel María Tajes Lestón, Víctor José Farinhas Brabas, Wasito y Marcos del Agua Chacón.

Los buzos llevan gran parte de jornada de hoy centrados en realizar un corte en el costado estribor del pesquero, a la altura del puente de navegación, coincidiendo con un camarote, de un tamaño aproximado de un metro y medio cuadrado.. Esta maniobra en el barco, sumergido desde el naufragio del pasado lunes en una zona rocosa de fuertes corrientes, es acometida con una lanza térmica, que se alimenta de oxígeno, que puede alcanzar temperaturas de más de 5.000 grados. Los reponsables del operativo son optimistas con esta operación.

Los buzos de la Guardia Civil bajarán esta tarde al barco para entrar por este nuevo agujero y la trampilla utilizada estos días, con el fin de peinar el barco en busca de más cuerpos. Los responsables han incidido en lo complicado de avanzar con rapidez en el interior del "Santa Ana" por todo el material que hay disperso. Además, han señalado que los equipos de rescate que trabajan en la operación cuentan con la experiencia y materiales necesarios para llevarla a cabo con éxito.

El director de Operaciones de Salvamento Marítimo, Joaquín Maceiras, ha explicado que la investigación se centra ahora en la proa de la embarcación, en la que hay tres camarotes, y también en la sala de máquinas. Ha añadido que la tarea de rescate se prolongará hoy hasta que las condiciones de luz lo permitan, y ha precisado que esta mañana los especialistas en actividades subacuáticas han inspeccionado y comprobado que en los cuatro camarotes de cubierta así como sus correspondientes baños y pasillos no aparecen los cuerpos de los tripulantes desaparecidos.

La bonanza del tiempo prevista concede a los buzos la posibilidad de trabajar en las mismas condiciones en las que lo están haciendo hasta ahora, al menos hasta el próximo martes.

Ayer, los buceadores recuperaban los restos del marinero indonesio Suherman Hasan, de 48 años, localizado a la una y media de la tarde en la zona habitable del arrastrero. Poco después de que la juez de guardia ordenase el levantamiento del cadáver en los muelles de San Juan, adonde fue trasladado el cuerpo, los vecinos de la localidad coruñesa de Muros despedían en la parroquia de Santiago de Tal a Lucas José Mayo Abeijón, de 33 años, que deja viuda y dos hijos.

Los buceadores de la Guardia Civil localizaron el cuerpo de Suherman Hasan en la zona habitable de la embarcación, hacia la proa. "Las labores están siendo muy, muy lentas, porque esa zona está totalmente arrasada, no queda nada", explicó en rueda de prensa el capitán Carlos Martínez, del grupo de especialistas en actividades subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS). Ese espacio, donde se encuentran los camarotes del "Santa Ana", se encuentra arrasada. "La zona de camarotes está hecha con mamparos (tabiques interiores del barco) y previsiblemente por la presión con la entró el agua (en el naufragio) está arrasada. Es un amasijo de maderas y hierro que nos está impidiendo avanzar con rapidez en las labores de recuperación de los cuerpos", añadió. Los buzos compararon los trabajos que desarrollaron ayer con los que se realizan tras un terremoto, pero con el añadido de que las labores de desescombro y recuperación de cadáveres se desarrollan bajo el agua. "Es como ir quitando piedra a piedra en un edificio derrumbado, pero entre elementos grandes y flotantes. Tenemos que entrar, ir rompiendo esos elementos en trozos más pequeños para poderlos sacar por uno de los agujeros que ha habilitado Salvamento Marítimo para el desescombro", explicó.