La ría de Pontevedra se enfrenta a su peor episodio de marea roja de los últimos años. No es solo una impresión o lamento de los bateeiros. Los números también lo corroboran de manera abrumadora: las bateas de Bueu estuvieron cerradas en 2013 la friolera de 271 días, los polígonos de Portonovo oscilaron entre las 247 y las 270 jornadas y los dos de Aldán entre 241 y 250.

Según los datos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) es el peor ejercicio de 2007 para la ría pontevedresa y en todo este periodo solo hubo una zona más afectada: el polígono Corme B, que en 2012 estuvo cerrado 277 días consecutivos, que se unían a otros 131 del ejercicio previo.

Los ánimos en el sector bateeiro de la ría de Pontevedra están hundidos. Las cifras confirman que 2013 fue ese temido annus horribilis y las expectativas para el 2014 que acaba de comenzar por ahora non son mucho mejores. La toxina mantiene cerrada toda la ría y sólo ofreció un mínimo respiro durante la primera semana de enero al poligóno Cangas A. El Intecmar eludió esta semana realizar valoraciones sobre la posible evolución de la marea roja para las próximas fechas. Pero los bateeiros dan por hecho que durante todo el mes de enero seguirán cerrados.

Más afectados

En 2013 los polígonos más afectados por la toxina en Galicia fueron los tres de Bueu: Bueu A1 y A2, que abarcan desde Agrelo a Lapamán y suman unas 110 bateas; y el Bueu B, compuesto por 25 bateas frente a la costa de Beluso. Las tres zonas estuvieron cerradas 271 días, uno más que el Portonovo C y cuatro más que el Corme B, situado en la ría de Corme-Laxe. La situación fue muy parecida en Aldán e incluso en la bocana de la vecina ría de Vigo. Las bateas de Areamilla, Liméns y Barra estuvieron cerradas entre 221 y 240 días.

La evolución en todos los casos fue muy semejante. Las zonas de producción comenzaron el año abiertas, pero la toxina comenzó a entrar a partir del mes de marzo, antes incluso de lo esperado.