La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo aprobó la pasada semana el "reglamento base" de la Política Pesquera Común (PPC), la columna vertebral sobre la que se va a armar este sector en el conjunto de la UE hasta 2020. Un texto en bruto al que ha tenido acceso FARO y que plasma sobre papel una ligera mejora en las condiciones que van a tener que acatar los buques gallegos que faenan en pesquerías mixtas (como Gran Sol). El texto, titulado como "Compromiso final", permite finalmente que los descartes (capturas accidentales) en especies pelágicas (arenque, jurel, sardina o anchoa) no entren en vigor el próximo 1 de enero, sino que se retrasa su aplicación hasta 2015. Pero, fundamentalmente, establece que la obligación de subir a bordo todas las capturas en aguas de Gran Sol no sea obligatoria hasta el 1 de enero de 2019. El texto aprobado por el Parlamento en febrero situaba este límite tres años antes.

El sector, que tacha de "insuficiente" este acuerdo -por cuanto el reparto de cuotas es lesivo para España, que tiene el 24% de la capacidad pesquera pero menos del 10% de posibilidades de pesca- siempre ha mantenido su intención de eliminar los descartes, pero en pesquerías multiespecíficas (en un lance un buque puede capturar tanto especies para las que tiene cuota como de las que no) la complicación es máxima. En este sentido, el texto aprobado finalmente incluye esta problemática. El artículo 15, que de inicio imponía el descarte cero, incluye ahora la posibilidad de no contabilizar un 5% de los descartes "cuando las pruebas científicas demuestren que es muy difícil mejorar la selectividad" en las redes.

Texto inicial. La comisaria de Pesca, Maria Damanaki, apostó por el descarte cero. Esto es, subir a bordo todas las capturas. Si un buque capturaba merlán y solo poseía cuota para la merluza, las toneladas de la primera especie se descontaban de las posibilidades de pesca de la segunda. El Parlamento Europeo abrió un poco la mano en febrero. "Para las poblaciones sujetas a la obligación de desembarque, los Estados miembros podrán aplicar un margen de flexibilidad anual de hasta el 5% de sus desembarques permitidos".

Pacto final. La Comisión, los Veintisiete y el Europarlamento reconocen, además de la dificultad de que las redes sean más selectivas, un factor económico: "Para evitar el coste desproporcionado de subir a bordo el pescado". Esto se produciría, por ejemplo, en el caso de tener que desembarcar pescado con una tasa de mortalidad muy alta al ser capturado.

Contra la cuota. Todas las capturas, sean o no descartes (accidentales), deberán ser contabilizadas. Pero el nuevo texto incide en que, con ese 5% de margen, no disminuirán la cuota que los buques tienen en otras especies.