Las autoridades liberianas decidieron el pasado martes retirar los cargos contra el capitán del "Eros", el ribeirense Alberto Suárez, retenido en el país africano desde hace ya más de un año acusado de practicar pesca ilegal. A cambio de esto, el también armador del buque -de bandera portuguesa- deberá pagar la última fianza que le reclaman las autoridades locales -117.500 dólares- para poder salir del país.

Suárez se libra así de la posibilidad de autoinculparse del delito pesquero, una opción que el gobierno liberiano planteó al armador hace unas semanas.

Hace dos días que las autoridades liberianas se reunieron con el embajador español para buscar una solución al caso del "Eros", retenido en Liberia desde el mes de marzo del pasado año.

Al encuentro asistieron, además, todos los embajadores de la Unión Europea en el país, así como los diplomáticos españoles en Guinea Conakry, Sierra Leona y Costa de Marfil. Por parte de las autoridades liberianas, estuvieron presentes la ministra de Agricultura, el titular de Exteriores y el fiscal general.

La solución que finalmente planteó Liberia para dejar al armador ribeirense abandonar el país es que haga frente a la multa de 117.500 dólares, una cifra que al principio del caso ascendía a los 2.800.000 dólares.

Alberto Suárez está ahora pendiente de firmar esta resolución, aunque espera poder hacerlo la próxima semana.Tras esta firma acabará la odisea de Alberto Súarez en Liberia.

El propietario del "Eros" explicó que el incidente comenzó cuando una patrullera interceptó el buque y le comunicó que tenía el permiso de pesca caducado. Entonces fue acompañado a puerto y en vez de tramitarse el caso por vía administrativa se llevó a los juzgados, lo que alargó el proceso y provocó que las autoridades liberianas reclamasen una multa elevada por pesca ilegal en sus aguas.

Renovación de la licencia

El armador ribeirense explicó que renovó su licencia en una de las agencias que expiden estos documentos en Liberia y que tenía permiso para faenar en aguas del país africano hasta que concluyese el mes de febrero de 2012.

Alberto Sáuerz deberá ahora hacer frente a la multa y podrá olvidarse del "calvario" y volver a Ribeira sin perder su licencia de pesca.