La flota gallega de litoral que se levantó contra el exceso de burocracia en el sector pesquero cumple ya una semana de amarre a puerto sin que hayan variado sus quejas, entre ellas la escasez de cuotas de pesca, la utilización del diario electrónico de pesca, el pesaje en los desembarques y el acoso de los distintos servicios de inspección pesquera. A la espera de la reunión de hoy con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, unos 200 barcos de desigual porte y modalidad siguen parados en los más importantes puertos pesqueros de A Coruña y Lugo.