Regreso a «El Guerrero del Antifaz»

En el centenario del nacimiento de Manuel Gago García, creador de una de las historietas más populares del comic español

Viñeta de «El Guerrero del Antifaz»

Viñeta de «El Guerrero del Antifaz»

La imaginación de muchos niños de la posguerra se alimentó de las historias que les traían los tebeos de aquellos años, cuando aún no se utilizaba la palabra cómic y la expresión novela gráfica ni siquiera existía. El tebeo (TBO) era una publicación de dibujos coloreados cuyo primer número se publicó el 11 de marzo de 1917 y que curiosamente dio nombre en España a todo el género de las historietas gráficas. Las de El Guerrero del Antifaz fueron de las primeras en aparecer, el 24 de octubre de 1944, a las que siguieron o simultanearon otras que permanecen en el imaginario colectivo de varias generaciones: Roberto Alcázar y Pedrín, El Cachorro, El Capitán Trueno, El Jabato, El Príncipe Valiente, Hazañas Bélicas

El Guerrero del Antifaz fue un personaje creado por el dibujante Manuel Gago García, nacido en Valladolid el 7 de marzo de 1925, hijo del capitán Manuel Gago Bataller, que no se unió a la rebelión militar y fue represaliado por el franquismo. Tuvo una infancia de niño enfermo, afectado por una tuberculosis que lo recluía en sanatorios por temporadas. Durante una de esas convalecencias leyó una novela histórica, Los cien caballeros de Isabel la Católica, de Rafael Pérez y Pérez, que le inspiró su primer relato dibujado, El Juramento Sagrado, publicado un año antes de que apareciese el primer número de El Guerrero del Antifaz.

Aquella lectura hizo que el autor situase históricamente a sus personajes en el último tramo de la Reconquista, finales del siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos. Este periodo, la defensa de los valores cristianos y la visión de la historia de España según los cánones del franquismo, hicieron que la crítica (sobre todo a posteriori) considerase que las historietas de El Guerrero del Antifaz eran un vehículo cultural de transmisión de la ideología del nacionalcatolicismo franquista. En los últimos años su autor se desmarcó de esta línea con los episodios publicados a partir de 1978.

El Guerrero del Antifaz aparecía puntualmente cada semana en los quioscos y librerías de toda España. Durante 21 años se publicaron 668 números en formato de cuaderno apaisado, además de veinte almanaques con dibujos en blanco y negro y portadas en color, algunos de los cuales llegaron a alcanzar tiradas de más de 200 mil ejemplares, una cifra hoy impensable, que multiplica el número de lectores, teniendo en cuenta que en aquellos años los ejemplares corrían varias veces de mano en mano.

Manuel Gago García, creador de El Guerrero del Antifaz.

Manuel Gago García, creador de El Guerrero del Antifaz. / .

El autor estaba sometido a un ritmo de trabajo que lo obligaba a que sus dibujos no fuesen muy perfectos, a veces sin fondos nítidos, por lo que se concentraba en desarrollar un estilo narrativo ágil con un ritmo frenético. El secreto de este éxito se fundamentaba sobre todo en que, como en las novelas por entregas del siglo XIX, las historias que se contaban no terminaban en el mismo ejemplar, como en otras historietas, y tenían finales misteriosos y emocionantes que continuaban en el siguiente número en el que los lectores buscaban el desenlace.

Manuel Gago dibujó todas las viñetas de los 420 primeros números de El Guerrero del Antifaz hasta que por desacuerdos con la editorial, Matías Alonso lo sustituyó durante los 83 siguientes, después de los cuales, dada la caída en picado de las ventas de la historieta, Gago volvió a asumir las ilustraciones del resto de la colección hasta 1966.

En color y verticales

En 1972 se reeditaron los originales de El Guerrero del Antifaz coloreados y en formato vertical. Se publicaron 343 números con dos episodios cada uno. El éxito de esta reedición animó a Gago a crear nuevas aventuras del personaje en 1978, hasta que su fallecimiento en 1980 interrumpió la publicación de nuevas aventuras.

La permanencia del personaje en la memoria colectiva obligó a otras dos reediciones, en 1981 y 1984. Como la nostalgia es un aliciente para volver sobre el pasado íntimo, la editorial Dolmen publicó, cuando se cumplieron 80 años de la aparición del primer número, los primeros tebeos de aquel Guerrero del Antifaz que llenó tantas horas de ocio de quienes hoy son ya abuelos. Esta nueva edición respeta el formato horizontal y los dibujos originales en blanco y negro, e incluye El Juramento Sagrado.

En síntesis, la historia del Guerrero del Antifaz es la de un joven a quien su madre, la condesa de Roca, revela que el árabe Alí Kan la secuestró estando embarazada y que cuando nació se hizo pasar por su padre. Formado en los principios de la religión musulmana y en los valores de la violencia islamista, cuando conoció su historia el joven se pasó al bando cristiano al servicio de los Reyes Católicos, protegiendo su identidad con un antifaz para no ser reconocido por sus antiguos correligionarios.

Durante el resto de su vida combatió a los enemigos de la monarquía española defendiendo los valores tradicionales de la civilización castellana y los principios de la España más conservadora en aventuras sin ningún rigor histórico, lo que no inquietaba a los editores, más preocupados por la censura y que los contenidos morales de la obra se adecuasen a los principios del franquismo, que por ceñirse al relato de una Historia que, por otra parte, también se falseaba en las escuelas.

De todas formas, el análisis de los contenidos hechos desde el siglo XXI tienen poco sentido, descontextualizados de la época de su publicación, por mucho que algunos se esfuercen en recuperar hoy aquellos principios y valores de la España nacionalcatólica.

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