Arte

Escritora, rebelde y condesa

Narrativa breve de Emilia Pardo Bazán en la estela del centenario de una autora vigente

Escritora, rebelde y condesa.

Escritora, rebelde y condesa.

M. S. Suárez Lafuente

En 2021 se cumplió el primer centenario de la muerte de Emilia Pardo Bazán (1851-1921), pero su vitalismo como escritora hace que cualquier año sea apto para leer su obra y recordarla. Juan Manuel Escudero Baztán, a cargo de la edición e introducción de una amplísima muestra de sus narraciones breves, elige los cuentos más representativos de cada una de las colecciones que publicó en vida, respetando el orden cronológico, más la colección que se publicó un año después de su muerte. Nos da así "un escaparate narrativo" de la variedad de temas y de técnicas literarias que manejaba la autora. Son sesenta relatos, de dieciséis colecciones diferentes y una recopilación de cuentos dispares, que van desde el primer libro, 'La dama joven', publicado en 1885, hasta 'Cuentos trágicos', de 1912. 'Cuentos de la tierra' es la colección publicada póstumamente en 1922. Los temas son sumamente variados, calificados por la propia autora en los diferentes títulos: los ya citados como "trágicos", los de amor, los sacro-profanos, los de Navidad y Reyes, los de la patria, los de antaño, los antiguos, los nuevos y los escogidos.

Pardo Bazán, condesa desde 1908, aprovechó su situación familiar acomodada y un padre que creía en la igualdad de hombres y mujeres y abrió su amplia biblioteca a la curiosidad de su hija. Emilia leyó, aprendió idiomas, viajó con frecuencia al extranjero y creyó siempre en la necesidad de europeizar España. En su vida privada y social, en sus escritos periodísticos, en sus novelas y en sus relatos breves, la autora defendió siempre la capacidad femenina para decidir y actuar. Al no ser esto posible en su tiempo, describe y denuncia a lo largo de su obra todos los impedimentos con los que se encuentran las mujeres a lo largo de su vida.

Una de las características más notables de la subordinación femenina secular es el silencio impuesto; al ser consideradas intelectualmente inferiores, no se concede importancia a sus opiniones ni se prestan oídos a sus quejas, con lo que las mujeres se limitan a observar, a sufrir calladamente y a malgastar en conversaciones de salón o de vecindario la energía mental que pueden reunir.

'El encaje roto', de la colección 'Cuentos de amor' (1898), es uno de los relatos más reeditados de Pardo Bazán. Comienza con un detonante narrativo, "un ‘no’ seco como un disparo, rotundo como una bala", que nos introduce de lleno en el secreto de Micaelita; secreto que no será desvelado más que por las dotes de observación de la propia novia. Pero, mientras nos mantiene en la incertidumbre, la autora aprovecha para describir las diferencias entre las personas pobres y las que ostentan el poderío económico, y también para maldecir "mil veces la sujeción de la mujer soltera".

En 'Las medias rojas', de "Cuentos de la tierra', Ildara, joven, cargada de ilusiones, se compra unas medias rojas para poner algo de color en su vida gris, monótona y triste. Esas medias son su talismán para acceder a un futuro prometedor, "hoy que se acercaba el momento de fundar un sueño de porvenir". Pero Ildara tiene muchos obstáculos que derribar, representados por su padre y por la tierra, fecundada "con sudores tantos años". Este relato podría perfectamente haber inspirado 'Eveline', de James Joyce, incluido en 'Dublineses' (1914).

La autora no se limita a escenarios conocidos como Galicia o Madrid; sus cuentos no tienen fronteras geográficas ni técnicas, como atestigua 'La emparedada', de la colección 'Cuentos dispersos', publicada originalmente en la revista 'Blanco y negro' en 1907, en la que se hace eco de la tradición oral oriental y nos invita a meditar sobre la libertad, la muerte y la impronta que deja en nuestras mentes lo aprendido cultural y políticamente.

Pardo Bazán tuvo que vencer obstáculos maledicentes, pero su tesón la llevó a ser la primera mujer corresponsal de prensa en Roma y París y a cubrir la Expo de París de 1889. Fue también la primera mujer en dar clase en la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid, fundó y financió una revista literaria, 'Nuevo Teatro Crítico', en homenaje a su admirado Fray Benito Feijóo, revista que escribió ella sola entre 1890 y 1893, y fundó y financió asimismo 'La biblioteca de la mujer', que publicó libros tan destacados como 'La esclavitud femenina', de Stuart Mill.

La película de Zaza Ceballos 'La condesa rebelde' (2011), nos muestra el empeño de Doña Emilia para ser socia del Ateneo de Madrid, lo que consiguió en 1905; pero no llevó a buen término, sin embargo, su solicitud para entrar en la Academia de la Lengua. Sí llegó a ser la primera catedrática en la Universidad Central de Madrid en 1916, cuando la universidad era aún una quimera para las mujeres que querían dar clase.

La fuerza intelectual de Pardo Bazán es tal que, todavía hoy, su espíritu es capaz de anular influencias posteriores en la que fue su casa, el Pazo de Meirás, diseñado por ella, donde recibió a amigos y personalidades y demostró sus dotes culinarias, actividad que recogió en varios recetarios muy populares en su época. Aún le debemos, no obstante, el cumplimiento de su última voluntad: ser enterrada en su pazo.

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