¿Por qué los seres humanos han recurrido desde siempre a sustancias alteradoras de la conciencia? A través de un titánico trabajo de erudición interdisciplinar el investigador, Slingerland demuestra que nuestro gusto por los intoxicantes químicos no es un error evolutivo. El autor explica que la intoxicación ayuda a resolver una serie de desafíos característicos de los humanos: mejorar la creatividad, aliviar el estrés, generar confianza y conseguir el milagro de que los primates ferozmente tribales cooperen con extraños. Slingerland profesor de filosofía.
