Más que una residencia, un segundo hogar :: Prensa Ibérica para Clece

Más que una residencia, un segundo hogar

140 personas mayores encontrarán su segundo hogar en el nuevo centro CleceVitam Pardo Bazán, una residencia basada en un modelo centrado en la persona

Gema Carrasco


Llegados a cierta edad, muchas personas deben decir adiós a su casa temporal o definitivamente para entrar a vivir en una residencia. Seguramente echen de menos la que ha sido su vivienda durante muchos años, pero gracias al trabajo y dedicación de muchos profesionales, las personas mayores pueden encontrar en las residencias un segundo hogar donde llevar a cabo un envejecimiento activo.

El pasado 19 de abril se inauguró el nuevo centro residencial CleceVitam Pardo Bazán ubicado en Vigo. Esta semana han entrado las 29 primeras residentes provenientes de la residencia Las Angélicas. Algunas llevaban más de 20 años viviendo en esta residencia por lo que el cambio no ha sido fácil. “Prácticamente todas vinieron a ver las instalaciones y han traído sus muebles. Al inicio fue un shock para ellas el hecho de cambiar el que era su hogar, pero ahora estaban ya con la maleta preparada deseando venirse”, nos relata Iria Rey, gerente de residencias CleceVitam en Galicia.

Como una familia

Rosa Campos es una de las nuevas usuarias. A sus 91 años admite que cuando se enteraron de que cerraban Las Angélicas “hubo un poco de tensión porque a nuestra edad estas cosas nos afectan mucho”. Pero ahora está encantada con su nuevo hogar y las instalaciones. Rosa asegura que “el trato que recibimos es estupendo, con muchísimo cariño y preocupación por nuestro bienestar”.

Teresa González tiene a su madre Dolores de 89 años en la residencia y nos cuenta que “mi madre está encantadísima, me dice que la quieren más en la residencia que en casa y está feliz con la gente, tanto con las otras residentes como con las trabajadoras. Estoy muy contenta de este cambio, que será para mejor. Para el traslado nos han dado todo tipo de facilidades desde CleceVitam”.

Por su parte, Esperanza Redondo asegura que se ha llevado una grata sorpresa al ver la habitación. “Me he traído una cómoda con seis cajones y un cuadro del Corazón de Jesús que tiene mucho significado para mí porque me lo regaló mi suegra poco antes de morir. Aún me lo tiene que colocar Borja, el chico de mantenimiento que también trabajaba en Las Angélicas y que lo quiero como si fuera de mi familia”, relata Esperanza.

“Soy prácticamente su nieto para algunas de las residentes” comenta Borja Alonso, oficial de mantenimiento que procede de Las Angélicas, y ahora forma parte de la plantilla de CleceVitam Pardo Bazán. El trabajador indica que “toda la plantilla nos involucramos en el día a día de la residencia y nos ayudamos entre nosotros todo lo posible porque al final pasamos más tiempo aquí que en nuestra casa y eso nos convierte en familia”.

Por su parte, Susana Díaz, profesional de la limpieza en la residencia que también procede de Las Angélicas, admite que “somos como una familia y seguro que lo seguiremos siendo porque, aunque es la primera vez que trabajo en CleceVitam, estos días ya he podido comprobar que es una compañía muy cercana en su trato a empleados y usuarios, lo cual me da mucha seguridad”.

Centrado en la atención personal

Conseguir que CleceVitam Pardo Bazán se convierta en su segundo hogar es posible gracias a una innovadora metodología que personaliza la prestación de servicios según la historia, los gustos, las preferencias y los valores del usuario, siempre desde la empatía, la proximidad y un trato digno. Esto se lleva a cabo con un modelo asistencial de la Atención Integral Centrada en la Persona (AICP) que consiste en centrarse en las necesidades de cada residente. “Tratamos a cada persona de manera individualizada. Cada persona es única con sus gustos y preferencias que tenemos que tener en cuenta”, explica Iria Rey.

Para poner en práctica esta metodología se han creado unidades de convivencia formadas por grupos de usuarios con un mismo grado de dependencia y características personales que comparten los espacios comunes en su día a día como la cocina, el salón o el comedor. “Tenemos 6 plantas y cada planta tiene capacidad para 20 personas. Tenemos mini residencias dentro de nuestra residencia”. Estos núcleos de convivencia también facilitan la creación de grupos burbuja para evitar contagios, pero tal y como detalla Iria “nuestra metodología es previa a la covid-19. No queremos espacios amplios donde haya un comedor con 100 personas y con mucho ruido”. Además, los 20 residentes de cada planta están atendidos por las mismas personas, lo que permite que se consiga un trato más cercano. Por otra parte se prioriza la comunicación constante con familiares y amigos y se fomenta el sentimiento de comunidad y los vínculos entre los residentes del centro.

Susana Díaz, trabajadora del centro, detalla que “las instalaciones están bien pensadas para el bienestar de las usuarias y para facilitar las labores de los empleados, con pasillos amplios y espacios luminosos. Pero, sobre todo, las señoras valoran que estemos pendientes de ellas, que les aportemos mucho cariño y un trato cercano”.

Xenex, el sistema de desinfección

El nuevo centro CleceVitam Pardo Bazán consta de un total de 93 habitaciones, 47 dobles y 46 individuales. Todas ellas se desinfectan diariamente con el innovador sistema de desinfección por luz ultravioleta, el robot Xenex. Según han corroborado los informes del Texas Biomedical Research Institute, el instituto líder de investigación independiente especializado en enfermedades infecciosas, y el Servicio de Bioseguridad del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), perteneciente al CSIC, Xenex es la única tecnología capaz de destruir el virus SARS-CoV-2.

“Este sistema se utiliza en muchos hospitales y quirófanos y nosotros lo estamos implantando en nuestras residencias”, confirma la gerente. “Lo vamos haciendo por habitaciones, al ser un sistema con luz ultravioleta no puede haber nadie en la estancia, se utiliza entre 2 y 5 minutos en cada habitación. La luz ultravioleta digamos que mata aquello que ve, si hay alguna sombra o armario cerrado no llegaría”.

Además de la inversión realizada para mantener las instalaciones desinfectadas con los últimos avances tecnológicos, desde este centro residencial también apuestan por soluciones innovadoras para optimizar el bienestar de los usuarios mediante la estimulación cognitiva y el control de su salud. Para ello han preparado salas de videoconferencias para que los residentes puedan contactar con sus familias eliminando las barreras tecnológicas, ofrecen conexión con servicios de telemedicina, digitalizan el proceso de toma de las constantes vitales con equipos que incluyen la información automáticamente a la ficha de cada individuo, han instalado sensores de calidad del aire que envían alertas cuando es preciso ventilar y ofrecen juegos digitales desde tabletas gigantes interactivas.

Apuesta por el envejecimiento activo

Dentro de la filosofía de la compañía está promover el envejecimiento activo, un concepto definido por la Organización Mundial de la Salud que persigue optimizar la calidad de vida de las personas mayores a través de la participación en actividades sociales y culturales, ejercicio físico y talleres para el mantenimiento y mejora de sus capacidades. Para ello, CleceVitam Pardo Bazán cuenta con un equipo multidisciplinar formado por personal sanitario (médicos, enfermeros, psicólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales), un equipo social (trabajadores sociales y animadores socioculturales) y servicios generales (cocina y limpieza). Esto implica la creación de más de 80 nuevos puestos de trabajo.

“Todo este personal hace una serie de actividades enfocadas a cada residente para que tengan una vida dinámica en el centro”, nos cuenta Iria Rey. “No queremos que una persona venga a nuestro centro solo a ser atendido en sus necesidades básicas como aseo o medicación. Queremos que tenga una actividad diaria que les permita disfrutar de su tiempo de una forma dinámica”.

Además de los servicios ofrecidos por el equipo profesional que forman parte de CleceVitam Pardo Bazán, el centro residencial cuenta con servicio religioso, podología, peluquería, asesoramiento auditivo y dental y una sala multisensorial.

Top