Nikoloz Sherazadishvili, yudoka profesional: “es fácil apostar al caballo ganador, pero es difícil por quien despunta” :: Prensa Ibérica para Telefónica

Nikoloz Sherazadishvili, yudoka profesional: “es fácil apostar al caballo ganador, pero es difícil por quien despunta”

Nikoloz tenía 14 años cuando decidió que lo suyo era el yudo al nivel más alto. Ahora, y con 25 años, en su haber hay dos medallas de oro en el Campeonato Mundial de Yudo y una medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Yudo de 2018.

Nikoloz llega a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con todas las posibilidades de alzarse con una medalla: tantas como ilusiones ha puesto en este evento y tantas como el esfuerzo que ha requerido su dedicación estos años. Pero lo que tiene claro es que sin la ayuda de las becas Podium de Telefónica, jamás hubiera podido afrontar este reto.

Como otros 57 atletas que acudirán a los JJOO y que han sido becados por el programa, Nikoloz es consciente de que esta oportunidad en la vida es muy especial y de que las ayudas se necesitan en los comienzos, no cuando las promesas ya se han cumplido. “Es fácil apostar por quien ya ha ganado, lo difícil es apostar por quien comienza a despuntar”, aclara el yudoka de origen georgiano que vive en el madrileño pueblo de Brunete. Allí conoció a Quino (Joaquín Ruiz Llorente), su entrenador y también exyudoca olímpico, quien le ha guiado en el camino al éxito y es, en palabras textuales de Nikoloz “como mi segundo padre”.


El esfuerzo está siempre presente. Su rutina física es básica para mantener el más alto nivel de profesionalidad y eso tiene grandes implicaciones en su vida diaria. La voluntad y la capacidad de acometer un gran reto como los juegos olímpicos han sido el impulso de su carrera.

En el yudo de alto rendimiento se trabajan durante horas y horas las capacidades físicas y los conocimientos técnicos y tácticos. Para completar la formación se hace también un fuerte e invisible entrenamiento sobre el control de las habilidades psicológicas necesarias para afrontar competiciones de alto nivel. Y todo desde un deporte cuya máxima es el respeto al contrario.