Una casa okupa mantiene en alerta a 60 vecinos de Cabral: «Vivimos con miedo y no podemos descansar»
Familias de la parroquia viguesa relatan la existencia de tráfico de drogas, robos e insalubridad | Firman un escrito solicitando un desalojo a la Justicia tras haber denunciado la situación ante la Policía Nacional

Vivienda okupada en la que se suceden los problemas, en Cabral. / Cedida
E. M. | A. C.
Decenas de familias de la parroquia viguesa de Cabral se han plantado ante la insostenible situación de convivencia que afrontan día a día en la zona de Fontiñas. Denuncian que, desde hace más de un año, un grupo de personas, que vinculan al consumo y venta de drogas, okupan una vivienda, generando constantes disturbios y una sensación generalizada de inseguridad: trasiego de personas borrachas y drogadas, fiestas nocturnas, suciedad, robos de vehículos, actos vandálicos...
«Vivimos con miedo y no podemos descansar ni dejar a nuestros hijos e hijas tranquilos por la calle», lamentan. Por ello, solicitan a la Justicia que actúe para desalojar a los okupas tras haber acudido ya a la policía: «Que los jueces hagan algo», claman.
Todo comenzó en septiembre del 2024, cuando varios individuos de entre 25 y 50 años habrían aprovechado para entrar en una casa «regularmente deshabitada» emplazada en el 8 de la calle Fontiñas de Arriba. Los dueños del inmueble, que conocen la problemática, no habrían presentado denuncia por la okupación, según relata a FARO uno de los afectados, que prefiere mantener el anonimato por su integridad: «Ha llegado a vivir en ese lugar hasta un menor durante un tiempo», agrega.
A ambos lados de la vivienda hay dos inmuebles donde sí residen vecinos, para los que especialmente los últimos meses están siendo una pesadilla: «Tienen un agujero por el que salen ratas que parecen conejos de lo grandes que son y que han provocado problemas hasta en los electrodomésticos de otras casas». El Concello de Vigo realizó, de hecho, una desinfección en el entorno.

Enganche de la luz denunciado por los vecinos. / Cedida
Enganches ilegales
Los damnificados alertan de enganches ilegales de luz y agua, con vertidos al Lagares: «Aqualia acometió una obra para quitarles para siempre el acceso, lo que ha provocado que se estén lavando ellos mismos y su ropa en el lavadero municipal, desaguando químicos tóxicos directos al río».
Los vecinos pusieron ante la Policía Nacional una primera denuncia tras recoger firmas y una segunda por medio de la asociación vecinal Santa Marina de Cabral. Las demandas se derivaron a la Policía Local, que fue allí varias veces: «Los agentes nos dicen que no pueden hacer nada, que no pueden pasar de la puerta, por eso les pedimos a los jueces que hagan algo».
Las peleas, gritos y actos vandálicos se suceden de forma regular y a todas horas, aun de noche, abundan las familias. «Ha habido días que a las 4 de la madrugada se ponían a golpear chapas metálicas y otros en los que hacían mucho ruído con un compresor de gasolina», concretan. Durante otra jornada, igualmente, provocaron un incendio tras saltar una chispa de una hoguera que prendieron durante una celebración.
La «escalada de violencia» se produjo durante la noche del viernes 31 de octubre y la mañana del Día de Todos los Santos, cuando aparecieron pinchadas las ruedas de varios vehículos. Anteriormente, habían sufrido dos sustracciones de coches, así como el robo de sus interiores, roturas de retrovisores y arañazos. «La situación de descaro llega al punto de que los taxis paran en la puerta durante apenas unos minutos para que los consumidores hagan su compra y marchen con celeridad», detallan, además, en un comunicado enviado a los medios de comunicación.

Uno de los vehículos cuyas ruedas fueron pinchadas. / Cedida
Vecinos y okupas han protagonizado inúmeras disputas verbales por los citados motivos, sin que hasta ahora hayan llegado a las manos, aunque los primeros temen que pueda derivar en ataques físicos debido a que es «gente que se enfrenta a los demás» sin reparo, comenta el vecino. De hecho, según constan en la nota, arrojan tampones a otras propiedades e incluso se han 'apropiado' de un contenedor comunitario que rebosan de muebles, trastos y restos de comida.
Desde FARO se ha contactado con el Concello de Vigo para conocer cómo avanza la situación, sin respuesta hasta el momento.
- Los dueños del colegio Atalaya deben devolver 180.000 euros que les prestaron 5 docentes por hacerlos indefinidos
- Mercadona denuncia la venta desde Bueu de pescado que debía destruirse
- El primer ‘coliving’ de Vigo estará en Bouzas y tendrá gimnasio y piscina
- «Sin calefacción estamos todo el año a 21 ºC»
- Mueren en la misma semana los padres de Mari Carmen, la tripulante desaparecida en el “García del Cid”
- Lorena, madre de prematuras: «En Vigo tenemos una unidad de neonatología top; sienten a los bebés como propios»
- Un autobús se hunde en plena avenida de Madrid tras ceder el asfalto
- ¿Cuál es el mejor día para ver las luces de Navidad de Vigo? Estos son los de mayor y menor afluencia