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Mayores y familias se van de sus pisos tras estar siete meses sin ascensor

Vecinos de un edificio de seis plantas del entorno de Plaza Elíptica, «obligados» a mudarse a otras viviendas al llevar medio año sin elevador pese a pagar por él unos 60.000 euros

Dos vecinas del edificio afectado, con carritos de bebés que tienen que subir por las escaleras.

Dos vecinas del edificio afectado, con carritos de bebés que tienen que subir por las escaleras. / Alba Villar

La comunidad de propietarios de la calle Carlos Colmeiro Laforet número 8, en el entorno de Plaza Elíptica, firmó un contrato en el año 2019 para la construcción de un nuevo ascensor. Para ello desembolsaron unos 60.000 euros. Pese a que eso sucedió ya hace unos seis años, no fue hasta principios de este 2025 cuando la empresa empezó con las obras, concretamente en marzo. «No sabemos por qué tardaron tanto», asegura la presidenta de la comunidad, Laura Álvarez.

Pero la pesadilla precisamente empezó en marzo, cuando el antiguo elevador dejó de funcionar para empezar las obras del nuevo. Y es que siete meses después, el edificio, de seis plantas y dos viviendas en cada una de ellas, no tiene ascensor, causando un enorme trastorno en el día a día de los vecinos. «Está ya instalado, nos dijeron que lo pondrían en marcha en septiembre, pero todavía seguimos esperando», asegura Laura Álvarez.

En el edificio viven personas mayores con dificultades para moverse y también familias que acaban de tener niños y que residen en los últimos pisos. En algunos casos, por la imposibildad de subir escaleras con el bebé recién nacido y su correspondiente carro, llevan varios meses viviendo en otro piso. Es decir, han tenido que alquilar provisionalmente una vivienda, desembolsando una renta mensual a mayores de la hipoteca, porque no pueden residir en su propia casa.

En todo este tiempo, la comunicación entre la empresa y la comunidad de propietarios ha sido continua, pero en absoluto fructífera. «Por eso esta semana iremos a la sede de Enor a hacer una protesta pública», afirman los vecinos, para reclamar la puesta en funcionamiento inmediata del ascensor. «Es ya un ultimátum», advierten desde la comunidad de propietarios afectada.

Los vecinos se quejan además que, además de llevar siete meses sin el elevador, les reclaman un importe de 13.272 euros a mayores por el aumento de los costes. El pasado viernes la comunidad envió un burofax a la empresa para mostrar una vez más su «preocupación y malestar por la situación actual del ascensor, que continúa fuera de servicio y generando inconvenientes a todos los vecinos del inmueble». Los vecinos tildan de «mala fe» la actuación e la empresa, tras haber comunicado que la inspección efectuada por la OCA el pasado 20 de octubre había sido favorable mientras que el organismo de control confirmó que no es así pues persisten una serie de deficiencias pendientes de subsanación».

Es por eso que en ese burofax la comunidad de propietarios de Carlos Colmeiro Laforet número 8 solicita a la empresa instaladora que especifique cuáles son esas deficiencias existentes que han motivado el resultado desfavorable de la inspección técnicas y que se pronuncien acerca del tiempo estimado necesario para la subsanación de las mismas para poder poner en funcionamiento el ascensor «sin más dilaciones».

Los vecinos, además, denuncian que la empresa les ha cobrado las mensualidades del mantenimiento del ascensor desde el momento en que este quedó fuera de servicio y por tanto reclama que se devuelvan todas esas cuotas que consideran que se cobraron «indebidamente».

Barreras arquitectónicas en los edificios de Vigo

Lo cierto es que en Vigo hay numerosos edificios con carencias en cuanto a accesibilidad. Es más, tal y como publicó FARO, cuatro de cada diez pisos a la venta están ubicados en inmuebles que no cuentan con ascensor pese a las numerosas ayudas que tanto desde la administración local como autonómica han impulsado en los últimos años para instalar elementos que permitan eliminar las barreras en cuanto a la accesibilidad, rampas y elevadores incluidos.

En el caso de la comunidad de propietarios de este edificio de la calle Carlos Colmeiro Laforet, sin embargo, el problema lo causó la propia empresa instaladora cuando le encargaron un nuevo ascensor hace seis años y todavía no lo ha puesto en funcionamiento causando un enorme trastorno a los vecinos, especialmente a los mayores y a las familias con niños pequeños.

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