El 24% de las personas de otros municipios que vienen a diario a Vigo son estudiantes
Más de 2.300 ciudadanos llegan todos los días para ir a clase en la Universidad o en los centros de FP | El resto de los más de 9.000 vecinos del área que entran en la urbe olívica lo hacen por trabajo, para ir al hospital y por ocio

Estudiantes preparando exámenes en la biblioteca de la Uned de Vigo. / Marta G. Brea
Vigo es todos los días un auténtico hervidero de gente. Mañana y tarde miles de personas van y vienen a sus trabajos, a clase o a participar en alguna actividad de ocio. En esta estampa que dibuja a diario la ciudad no participan únicamente los vigueses que viven en ella, en total 296.070 según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE). En ese día a día juega un papel clave la conocida como población diurna, es decir, todas aquellas personas que llegan a diario a Vigo pero que no son residentes, sino que viven en otros municipios, por lo general de comarcas como Morrazo, Val Miñor, Baixo Miño o Louriña. En total son 9.721 los ciudadanos que residen en otras localidades las que llegan de forma regular a la urbe olívica. Llama la atención que más de 2.300, es decir, un 24% del total, son estudiantes.
La gran mayoría de ellos para ir a clase en la Universidad, ya sea en el campus de Marcosende o en Peritos. Pero Vigo también centraliza algunos de los cursos de Formación Profesional más pujantes en los últimos años, por lo que los estudiantes de otros municipios vienen a diario también para FP. Esa enorme cantidad de alumnos que vienen a Vigo a diario, según el IGE, han sufrido pocas variaciones en los últimos años. La ciudad olívica es la mayor referencia en oferta educativa a nivel provincial.
Pero, obviamente, el principal motivo de la visita diaria de personas de otros concellos a Vigo es el laboral. Son más de 6.500 los trabajadores de otros municipios que acuden todos los días a ejercer sus tareas profesionales en la ciudad olívica, especialmente, procedentes de municipios cercanos, con Moaña, Cangas, Nigrán, Baiona, Gondomar y Porriño a la cabeza. Es decir, trabajadores que llegan a la ciudad a diario pero que viven fuera de ella. Un buen porcentaje de ellos trabaja en la fábrica de Stellantis o en alguna de las empresas auxiliares que dependen del gigante de la automoción. Otro grupo grande lo hace en el sector sanitario, fundamentalmente en alguno de los hospitales de la ciudad. Estos movimientos por motivos laborales se hacen sobre todo en coche privado y, en caso de los que proceden de Moaña o Cangas, mediante el transporte de ría, cuyos barcos de primera hora de la mañana van siempre llenos.
Hay que tener en cuenta también que en este caso juega un papel clave el mercado inmobiliario: la falta de oferta y el elevadísimo precio de la vivienda en Vigo obliga a muchas personas a tener que buscar un piso de alquiler en los municipios del entorno porque en la ciudad no se lo pueden permitir. No obstante, la ciudad focaliza un importante número de segundas residencias, especialmente en zonas como Samil, pertenecientes a vecinos de otros municipios que vienen a pasar el fin de semana, los puentes festivos o, simplemente, disfrutar de días libres, movimiento que se da especialmente en verano. Al igual que también son muchos los vigueses que cuando viene el buen tiempo se van a pasar sus vacaciones a municipios del entorno, especialmente a Cangas, Baiona o Nigrán, donde tienen las clásicas casas de veraneo.
El tercer motivo más habitual por el que viene gente de fuera a diario a Vigo es el sanitario. Son en total 796 personas las que cada día deben llegar a la ciudad olívica para acudir ya sea al hospital Álvaro Cunqueiro, a Ribera Povisa o a Vithas. En estos casos se trata tanto de pacientes que están siendo sometidos a algún tratamiento médico en esos centros o bien familiares que van a visitar a sus parientes que están ingresados.
Este fenómeno provoca que, por ejemplo, los aparcamientos subterráneos ubicados en el entorno de Povisa estén llenos durante prácticamente toda la mañana, siendo también muy difícil encontrar una plaza en la zona azul. Lo mismo ocurre con Vithas: al estar cerca de Vialia, todo ese entorno de Vía Norte está colapsado de tráfico durante las horas puntas del día.
También por ocio
El último eslabón de la cadena de esa población diurna de Vigo son todos aquellos que vienen por motivos de ocio. Sin contar épocas de masificación turística como la Navidad y el verano, en torno a un centenar de personas acuden a diario a la ciudad olívica para hacer compras, ir al cine o a cualquier otra de las actividades que ofrece la mayor ciudad de Galicia.
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