La rotura de un tanque vertió 100 toneladas de aceite de palma en la ría de Vigo y llega hasta Moaña

La rotura de un tanque en el puerto de Guixar ocasionó la tarde del jueves el vertido de una importante cantidad de aceite de palma a la ría de Vigo, una fuga que este viernes la Autoridad Portuaria cifró en unas 100 toneladas. El presidente de la entidad, Carlos Botana, compareció este viernes para detallar el proceso de recogida de esta mancha amarilla que se extendió por tierra y mar la terminal de contenedores. Tras la activación del nivel 1 de emergencia del Plan Territorial de Continxencias por Contaminación Mariña Accidental de Galicia (Plan Camgal) se dispuso una doble barrera portuaria y oceánica en el mar para controlar el vertido, quedando alrededor del 95% dentro de la misma. No obstante, el fuerte temporal de las últimas horas hizo que el porcentaje restante se propagara por el resto de la ría.

El suceso dejó dos heridos, uno de ellos de consideración grave. Se trata de dos operarios de la empresa encargada de la concesión de este silo, la única de este tipo en el puerto vigués. Ambos se encontraban realizando labores de mantenimiento cuando, al mostrar el sensor que el tanque estaba vacío, lo abrieron. La implosión del mismo afectó a la vista al primero de ellos, mientras que el segundo, que se encontraba junto a la puerta, fue el que tuvo heridas de mayor consideración: rotura de costillas, fisura en el fémur y otros traumatismo además de problemas respiratorios. Aunque continua hospitalizado, su estado no presenta riesgo para su vida.

Así se originó el vertido de aceite de palma en la ría de Vigo

La sustancia derramada se trata de un alimento empleado para ganado y aves que no es contaminante ni para las personas ni para el medio marino. Según relató Botana, el tráfico mensual de este tipo de graneles es de unas 3.000 toneladas de media, que es la capacidad del depósito del incidente. Así, La mancha generada, sólida y de color amarillo, se llegó a extender desde Areal hasta la terminal de contenedores. Las investigaciones sobre qué llevó al sensor del depósito a fallar y a la posterior implosión correrán a cargo de la Policía Judicial.

A la zona se desplazaron los servicios centrales y los de base operativa en Vigo de Gardacostas, así como sus buques Valentín Paz Andrade y el Irmáns García Nodal, ambos desde Vilagarcía, y el Ría de Vigo, procedente de Marín; el remolcador Helechosa; y las embarcaciones Pelícano -de limpieza de la lámina de agua- y Segem -de lucha contra la contaminación. «Los trabajos van a llevar horas e incluso días debido a lo laborioso del mismo», relataba Botana en su comparecencia en Praza da Estrela. Si bien en la noche del jueves todos los servicios del Puerto participaron en la recogida, aún restan en zonas como el alcantarillado.

Igualmente, Salvamento Marítimo y la empresa de buzos Northcom Diving desplegaron sus medios. En el lugar, también se presentaron la Policía Portuaria, la Científica, la Judicial, la Guardia Civil y agentes del grupo de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX).

Los restos cruzan la ría hasta Domaio

El mismo vertido alcanzó a lo largo de esta noche las costas de Moaña, afectando sobre todo a la playa de A Borna, entre Meira y Domaio. Los vecinos dieron aviso a la Policía Local y la Autoridade Portuaria de Vigo ya desplazó medios a la zona para tratar de minimizar el impacto sobre el medio ambiente. «No hay preocupación, el material no es tóxico, la reacción fue rápida y máxima tranquilidad en ese sentido», ha dicho la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, tras desplazarse al lugar de los hechos. Allí estuvo acompañada por el presidente portuario, Carlos Botana y la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos.

«Se hicieron todos los esfuerzos por parte del Puerto de Vigo para contenerlo», ha dicho la conselleira, según la cual no ha sido ninguna sorpresa comprobar que el vertido llegó al otro lado de la ría porque las predicciones meteorológicas anunciaban inestabilidad, con fuertes lluvias y vientos para esta noche, lo que impidió que las barreras anticontaminación pudiesen retener la expansión del vertido. A su vez, avanzó que será la empresa propietaria la que tendrá que asumir los costes de todos estos trabajos de limpieza.

La sustancia derramada es un alimento empleado para ganado y aves que, según informaron expertos tras las primeras horas del incidente, no es contaminante ni para las personas ni para el medio marino. Se espera que acuda personal de Tragsa a limpiar dentro del plan contra la contaminación activado ayer. La alcaldesa, Leticia Santos, está en contacto con la Autoridade Portuaria y ofreció un coche 4x4 del Concello para acceder al litoral y ayudar a la retirada del vertido, así como el espacio del aparcamiento de A Borna para realizar el depósito del aceite retirado antes de llevarlo a un tratamiento autorizado. La playa de A Borna es precisamente un área de muestreo de la calidad del marisco moañés por parte de los biólogos del Intecmar.