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Policía Local y Bomberos de Vigo acceden a un sexto piso para evitar que una mujer de 56 años se quite la vida

Los hechos tuvieron lugar en una vivienda de la calle Eugenio Kraff, adonde entraron los efectivos a través de la escalera extensible de uno de los camiones del parque olívico

Acceso de Policía Local y Bomberos de Vigo a la vivienda situada en la sexta planta de un edificio en Eugenio Kraff.

Acceso de Policía Local y Bomberos de Vigo a la vivienda situada en la sexta planta de un edificio en Eugenio Kraff. / FDV

M. F. / M. C.

Cuando la noche ya había caído en la ciudad, dos patrullas de la Policía Local de Vigo acudieron este lunes a una vivienda de la calle Eugenio Kraff, tras recibir una alerta de un posible intento de suicidio.

La alarma saltó cuando una mujer de 56 años de edad llamó al teléfono de información 010 del Concello de Vigo para una consulta, que derivó en una confesión sobre su intención de quitarse la vida. Desde este servicio municipal se dio aviso a la Jefatura de la Policía Local, que acudió al lugar para intervenir.

Mientras, desde la central se intentó localizar a algún familiar de la mujer, sobre la que constataron antecedentes autolíticos, pero esa pesquisa no dio sus frutos, ya que, al parecer, no tiene parientes en la ciudad.

Una vez en el inmueble, los agentes intentaron acceder a su piso situado en la sexta planta del edificio. Ella no les abrió la puerta, y en su conversación con los policías, éstos notaron que balbuceaba. Ni el presidente de la comunidad ni los vecinos tenían llave de la vivienda, así que se dio aviso a los Bomberos, ya que por el potencial estado de la mujer, urgía entrar.

Agresiones a un policía

Mientras en el rellano los agentes trataban de entretener a esta vecina, un policía y un bombero accedieron a su piso a través de la escalera extensible del camión del parque vigués. Una vez dentro, el agente se aproximó al hall de la casa, y allí encontró a la mujer, algo excitada, hasta el punto de que le lanzó un teléfono móvil a la cabeza y le propinó un codazo, de ahí que se viera obligado a forcejear con ella para intentar estabilizarla. El bombero que le acompañó abrió la puerta, y una vez que los otros dos agentes pudieron entrar, lograron retenerla hasta la llegada del 061.

El personal médico le administró un medicamento inyectable que pudiera relajarla para ser trasladarla al hospital con las máximas garantías de seguridad. La ambulancia la llevó a Povisa, donde fue ingresada en la unidad psiquiátrica del centro.

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