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Vigo envía una carta a la industria para que economice el consumo de agua

Caballero hace un llamamiento a los concellos del área al haber reservas para poco más de 90 días

Recuerda la necesidad de una segunda presa en el Oitavén «que nos permita tener 3-4 meses más de consumo»

Vista del embalse de Eiras el pasado domingo 12 de octubre, al 50% de su capacidad

Vista del embalse de Eiras el pasado domingo 12 de octubre, al 50% de su capacidad / L. G.

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Vigo

El Concello de Vigo intensifica su vigilancia ante la situación de «sequía severa» que golpea al sur de Galicia. El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, ha enviado este miércoles una carta «al sector empresarial y a los grandes consumidores para pedirle un consumo de agua responsable» al encontrarse los embalses del área por debajo del 50% de su capacidad. «Tienen que conseguir la reducción del consumo, tratar de economizar porque porque no tenemos agua y la presa de Eiras en este momento tiene ya menos de 100 días de de capacidad de agua», apuntó el regidor. En la misiva pide «optimizar los usos no esenciales» y propone varias sugerencias como revisar las instalaciones para evitar fugas, comprobar los depósitos y bocas de riego o auditar el gasto en los procesos productivos para ajustarlo al imprescindible.

Cabe recordar que el gobierno vigués fue el primero en activar restricciones, el pasado 8 de agosto, cuando la presa aún se encontraba al 79% de su capacidad. La prohibición de baldeos y llenados de piscina y el cierre de las duchas en las playas fueron las únicas medidas tomadas en todo el área, ya que el resto de municipios consideraron que la alerta no era tal. Ahora, dos meses después y con previsiones de un octubre seco por delante, Caballero vuelve a lanzar un llamamiento para que «economicen» el agua. Es el caso de Soutomaior, Redondela, Nigrán, Gondomar, Moaña, Cangas, O Porriño, Mos y Salceda de Caselas. Salvo estos tres últimos, todos los demás -como el 70% de la población de la provincia- están en situación de prealerta por sequía según la Xunta.

Situación de los embalses del área de Vigo el pasado 7 de octubre

Situación de los embalses del área de Vigo el pasado 7 de octubre / Simón Espinosa

«No tenemos en este momento problemas de abastecimiento porque tenemos la nueva potabilizadora, si no en este momento estaríamos temblando. Estaríamos a un mes de quedarnos sin agua», explicó en referencia a la planta de Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de O Casal en la que el Concello invirtió más de 23 millones de euros. Esta instalación, distinguida como la mejor de Europa, permite filtrar el agua acumulada en Eiras por debajo del 35% de su capacidad, limipiándola así de restos sedimentarios.

Búsqueda de soluciones

Es por ello que Abel Caballero volvió a demandar a la Xunta de Galicia que ejecute sus competencias y garantice el abastecimiento de este bien básico, comenzando por el ritmo de vaciado del embalse de Eiras. «Le pedimos que baje el caudal del río, ya no se puede hacer con criterios de época del año, si no con criterios de cuanta agua tenemos» explicaba en una entrevista en Radio Vigo.

Durante la misma recordó que tras la grave sequía de 2017 se llegó a un acuerdo entre Ministerio de Transición Ecológica, Xunta de Galicia y Concello de Vigo para lograr una solución definitiva ante estas situaciones. El informe final presentado en 2022 apuntaba a varias medidas por un importe de 30 millones de euros, siendo la construcción de un segundo embalse aguas arriba de Eiras la más importante.

Propuesta para asegurar el bastecimiento de agua de Vigo y su área presentada en 2022

Propuesta para asegurar el bastecimiento de agua de Vigo y su área presentada en 2022 / Hugo Barreiro

«Tenemos que hacer una presa que nos permita tener 3 o 4 meses más de consumo», detalló sobre esta infraestructura. Basándose en las —casi siempre erradas— previsiones demográficas del INE y el IGE, los expertos apostaban por ubicarla en la parroquia de Forzáns con capacidad de 7,4 hm³ para aumentar la resistencia ante la irregularidad en las precipitaciones. A su vez, en la confluencia del Oitavéns y el Verdugo incluían un bombeo de 500 litros por segundo mientras se construía el nuevo embalse. El recrecido de Eiras se descartó ante la necesidad de vaciarla por completo primero.

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