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Vigo vive el octubre más cálido desde la sequía de 2017

Las máximas llevan varios días por encima de 27 grados y aún no se esperan cambios hasta el fin de semana

Las playas, abarrotadas

Samil, abarrotada de gente ayer por la tarde.

Samil, abarrotada de gente ayer por la tarde. / Pedro Mina

Pablo Galán

Pablo Galán

Imágenes más propias del verano las que se están viviendo estos últimos días en Vigo, con las principales playas de la ciudad recibiendo a gente no para pasear en su entorno, sino para tumbarse en la arena y disfrutar de un baño. A la espera de un cambio de ciclo meteorológico que no llegará, en principio, hasta el próximo fin de semana, Vigo vive el octubre más cálido desde 2017, año recordado por los terribles incendios que tuvieron lugar a mediados de este mes y por la prolongada sequía que mantuvo en vilo a la ciudad hasta bien entrado diciembre.

Según los datos de la estación meteorológica de Meteogalicia, la temperatura media de las máximas alcanzadas durante el presente mes roza los 24 grados, mientras que hace ocho años, la media alcanzó los 24,6 grados. el propio organismo autonómico reconoce en sus predicciones que las temperaturas que se están registrando estos días son «altas para esta época do ano». El récord absoluto de una máxima en octubre está fijado en 2017, cuando el día 15 de aquel año se registraron 32,6 grados.

Por otro lado, Vigo estuvo a punto de vivir la pasada madrugada una noche casi tropical, ya que el termómetro no bajó en ningún momento de los 18 grados, empezando a subir progresivamente desde el amanecer. La máxima de la jornada dominical, según la estación de Meteogalicia, se situó en algo más de 27 grados a las dos de la tarde, mientras que la temperatura media de los primeros doce días del presente mes roza los 18,5 grados, mientras que en ningún momento, pese a estar en pleno otoño ya, se ha bajado de los 10 grados. Apenas se han contabilizados seis litros por metro cuadrado de precipitaciones, lo que ha elevado las alertas en el Concello, con medidas de ahorro ya activadas desde verano y reclamando a la Xunta rebajar el caudal ecológico de Eiras para hacer frente a los riesgos.

La presa que abastece a Vigo y a buena parte de los concellos del entorno se encuentra prácticamente a la mitad de su capacidad, según los últimos datos conocidos el martes pasado y es de esperar que la ocupación siga bajando cuando se actualicen mañana.

Está previsto que las máximas continúen, aunque en un ligero descenso, por encima de los 20 grados durante hasta el próximo domingo, cuando Meteogalicia estima que aumentarán considerablemente las posibilidades de lluvia. Con todo, no se esperan a corto plazo unas precipitaciones intensas y continuas que puedan aliviar rápidamente la situación de los embalses.

Vigo arrancó el verano con Eiras al 100% de su nivel de ocupación, después de un invierno y una primavera especialmente pasadas por agua, pero desde mediados de mayo la situación ha dado un giro de 180 grados y, salvo episodios esporádicos, apenas ha habido que sacar el paraguas del armario en los últimos meses. Octubre sigue, por ahora, con esa tendencia, con un calor de otra época.

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