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Mira Vigo

La peña del marmitako

Oncólogos vigueses reunidos en La Carpintería, en Bouzas

Oncólogos vigueses reunidos en La Carpintería, en Bouzas / FdV

Fernando Franco

Fernando Franco

Ya son más de 30 años, los que se vienen juntando anualmente los colegas (oncólogos) de los hospitales vigueses, para degustar un marmitako. Los primeros años, siglo pasado, se reunían en el restaurante José Luis de la calle Florida y después de su cierre hicieron periplo por varios locales del área hasta asentarse y cerrar el círculo, de vasco a vasco, en La Carpintería de Rafa en Bouzas. Ahí los tenéis todos ufanos después de ventilar el marmitako, con un bonito «galaico» de más de 10 kg. pescado a 15 km. de las islas Cíes. De izquierda derecha, de pie, Juan, Carmela, Rafa (autor del marmitako), Javier, María José y Manolo; sentados Fredy, Carlos G., Carlos R., Joaquín y Luis.

En la Subida ao Monte Calvario, donde A Cova

Es una paradoja lo del restaurante popular A Cova do Feixón. Está en la calle Subida ao Monte Calvario de Bembrive y cuando llegas arriba y entras no hay calvario alguno. Deberían ponerle Subida ao Monte do Placer porque eso es lo que allí se vende en su cocina. Una cocina radicalmente tradicional en que puedes hallar callos, pollos picantones, codillos, pescaditos, cocido... pero sin días fijos salvo los callos, o sea como lle pete a Marta y en eso no se mete su Sito. Allá nos llevó Manolo Morales, principal propagandista de la fe de A Cova, al periodista felizmente jubilado Luis Piñeiro, al páter y monseñor Alberto Cuevas bajo cuya bendición tomamos los alimentos, y a quien esto escribe, encargados unos codillos dos días antes tras mucho rogarle a Marta porque allí se come lo que hay y no siempre hay lo que quieres. El páter Cuevas es buen comedor y conversador, con esa ironía galaica que maneja con la destreza de un espadachín y, entre palabra y codillo, de allí salimos dándole gracias a Dios por los beneficios recibidos. Amén.

Un sueño roto: Ana Paula cierra su tienda de mascotas

¿Se puede querer tanto a los animales? Hablé ayer con la viguesa Ana Paula, de la que hace casi 11 años ya escribí en esta sección cuando inauguró en Gamboa su tienda Pet Mascotas. Luego se trasladó a Marqués de Valladares y ayer me confesó que su sueño se había roto por ese limitante problema de circulación que padece, y hubo de cerrar la tienda con mucho dolor por consejo médico, aunque algo le compensara que tanta gente le haya mostrado su afecto. Siempre con su perra Juanita, a la que hace años salvó del abandono, Ana Paula sigue los consejos médicos de descanso y su llama ha sido recogida por otra mujer que seguirá con la tienda y a la que da orientaciones para que le vaya bien, aunque nada tenga que ver con ella.

Imagen Fernando Franco

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