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Tensión en la Policía Nacional de Vigo: archivada la denuncia de una alto mando por acoso laboral y «puro machismo institucional»

La Audiencia Provincial concluye que el «mal ambiente laboral» no implica la existencia de «desprecio» hacia la denunciante

Vista general de la Comisaría de la Policía Nacional

Vista general de la Comisaría de la Policía Nacional / Jose Lores

La tensión y las desavenencias entre altos mandos sobrepasaron las paredes de la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo para dirimirse en la Ciudad de la Justicia. Y es que su secretaria general denunció por acoso laboral, con tintes de «puro machismo institucional», a tres superiores jerárquicos. La Sección 5ª de la Audiencia Provincial, sin embargo, archivó definitivamente la denuncia, siguiendo los pasos del Juzgado de Instrucción n.º 8 de la ciudad.

La número dos de la Comisaría acudió en 2024 al juzgado por considerar que, desde 2021, tres responsables policiales la habían sometido a «continuas humillaciones, aislamiento o pérdidas de competencias», entre otras acusaciones. Los magistrados, en cambio, no observaron pruebas del delito denunciado.

Tanto el juez instructor como el auto de la Audiencia con el que, a principios de este año, se dio carpetazo a la causa, atribuyeron a la aplicación del «principio de jerarquía» las decisiones de sus superiores que ella consideraba que no eran conformes a derecho. También señalaban que los hechos descritos se correspondían con «un mal ambiente laboral», pero no a una «situación de desprecio hacia la denunciante».

La secretaria general, en su denuncia, enumeraba una prolija lista de comportamientos para respaldar el supuesto acoso laboral. Esgrimía, por ejemplo, que en las reuniones matinales se le «humillaba» y se le retiraba el uso de la palabra. En varias grabaciones que aportó, se aprecia que, en efecto, el comisario jefe la manda callar tras una discrepancia entre ambos y advertirle de que la decisión ya estaba tomada.

«El tono puede ser crispado en algunos momentos, pero no es muy diferente del que en ocasiones existe en otros supuestos similares, y no puede obviarse que una de los interlocutores sabía que se estaba grabando, sin que se advierta una imposición derivada de su condición de inspectora y mujer, como se denuncia», concluyeron los magistrados a este respecto.

Sala del 091 de la COmisarúa de Vigo

Sala del 091 de la COmisarúa de Vigo / Alba Villar

Jerarquía

Otra de las imputaciones señalaba que su superior llegó a anular todas las decisiones que ella tomaba, además de retirarle competencias reguladas y personal para realizar sus funciones. Añadía que esas decisiones habían «creado disfunciones en el funcionamiento de la Comisaría». Contra esta denuncia, la Audiencia apeló al carácter jerárquico de la Policía Nacional y señaló que lo que hubo fueron «discusiones sobre aspectos técnicos, sin que pueda considerarse una conducta menospreciativa o humillante que el jefe haya impuesto su criterio».

También con el principio de jerarquía justificó la sala que la secretaria técnica no participase en los trámites de la concesión de condecoraciones, cuando ella consideraba que le correspondía participar. De nuevo, los magistrados determinaron que se trató de «discrepancias técnicas» que se resolvieron con la decisión del superior. Y lo mismo se aplicó para la protesta de la inspectora jefa de que se le echaran abajo iniciativas en favor de la comunidad, como la recogida de alimentos para afectados por la guerra de Ucrania.

La denunciante también aducía que pese a ser la única mujer con el puesto de secretaria general de Galicia, no le había convocado a ninguna reunión de carácter autonómico, «a pesar de que la Ley de Igualdad de la Policía recoge la visibilidad de la mujer en dicho organismo». El auto de archivo desechó ese punto porque «se desconoce en qué medida tendría que haber sido convocada a tales reuniones y por quién».

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