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El 70% de los vecinos de la provincia de Pontevedra se encuentra en prealerta por sequía

Augas de Galicia la activa en Vigo y su área ante la caída de Eiras al 53%

Caballero pide la segunda presa y reducir el caudal ecológico del río Verdugo

Estado del embalse de Baíña la semana pasada al 31% de su capacidad

Estado del embalse de Baíña la semana pasada al 31% de su capacidad / Pablo Hernández Gamarra

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Vigo

Con una semana de octubre ya a las espaldas, los vigueses siguen viendo con preocupación al cielo. La falta de lluvias de los últimos meses ha llevado a Augas de Galicia a decretar el nivel de prealerta por sequía en 16 municipios de la demarcación Galicia-Costa que se unen a los 13 de la provincia de Pontevedra que ya estaban en esa situación desde agosto. En total, más de 664.000 vecinos, un 70% del total al incluir Vigo y su área.

Las previsiones de Meteogalicia a corto plazo apuntan a que «no se esperan precipitaciones de importancia a corto plazo y que el mes de octubre en su conjunto se cerrará con valores por debajo del promedio», lo que obliga a pensar que esta situación llegará a noviembre. Este listado no están municipios del área metropolitana con una población e industria notable como Mos, O Porriño y Ponteareas ya que no se incluyen dentro de la Unidad Territorial del río Verdugo.

El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, tildó de «sequía severa» la situación del embalse de Eiras al registrar una caída de otros tres puntos en la primera semana de octubre hasta el 53,5% de su capacidad, porcentaje similar a la de Zamáns. «Quiero urgir a la Xunta de Galicia que tome de forma inmediata la decisión de reducir el caudal ecológico que sale de la presa», explicaba el regidor ante la ausencia de lluvias en las previsiones durante las dos próximas semanas. Y es que a un verano excepcionalmente seco y cálido se ha unido ahora un arranque otoñal en la misma línea.

«No pueden aumentar el caudal ecológico como quieren hacer, al revés, tienen que disminuirlo con respecto al actual», insistió. El primer edil olívico cargó duramente contra el ejecutivo autonómico, al que acusa de no haber tomado medidas como las decretadas en la urbe desde principios de agosto. «Tienen una programación absolutamente impensable, ridícula, desastrosamente mala y quieren que Vigo se quede sin agua», añadió sobre la idea de aumentar el caudal ecológico para mantener la biodiversidad en la zona, algo que Caballero descarta como peligro.

Baiona, el más grave

Si la situación en la provincia es preocupante, en Baiona es ya más que grave. El embalse de Baíña del cual «bebe» cayó esta semana al 28,35% de su capacidad. Así, y tras dos meses con un seguimiento especial de «prealerta», se activa ahora un escenario de «alerta».

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