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El Vigo onírico de Sofía Vázquez

Casiñas es el nombre de la colección que la artista realiza para rendir homenaje a los barrios de la ciudad. La energía y el color caracterizan su estilo. El éxito de la serie la llevó a traspasar el lienzo para aplicarla a nuevos formatos.

Sofía Vázquez, 
con un cuadro de la
colección Casiñas 
| José Lores

Sofía Vázquez, con un cuadro de la colección Casiñas | José Lores

La Plaza de la Constitución, la Colegiata o el Berbés se convierten en escenarios de «sueños» en la colección Casiñas de la artista Sofía Vázquez. En ella, el color toma las calles, con tonos vibrantes, enérgicos y el dibujo se vuelve casi animado. «Cada color transmite una sensación, yo no empleo uno solo, utilizo muchos para que las emociones se mezclen», reflexiona la autora. Escoge cuidadosamente los rincones que va a retratar, tienen que evocar algún sentimiento.

O Berbés.

O Berbés.

Al contrario de lo que podría parecer, no es viguesa de nacimiento, es catalana, pero tras 40 años en la ciudad ya forma parte de ella. Aunque algunas de las «casiñas» son inventadas, la mayoría retratan barrios de Vigo llevados a su universo onírico personal. Vázquez no sabría definir su estilo: «Las Casiñas nacen de lo que siento, de lo que me mueve. A veces son simples, a veces juguetonas, otras nostálgicas». Se trata de un conjunto de lienzos pintados en acrílico y Posca.

Plaza de la Constitución.

Plaza de la Constitución.

A través de las obras busca no solo retratar la ciudad, sino ofrecer una conexión emocional que permita a cada observador redescubrir y revivir momentos especiales en lugares queridos, «mi intención es que las Casiñas se conviertan en portadoras de recuerdos, transformando cualquier espacio en un homenaje» . Por eso, muchas de las localizaciones son peticiones personales de los clientes, que quieren rememorar con un toque fantástico, aquellos lugares que más frecuentan. De todos los rincones de la ciudad, hay uno por el que Vázquez espera con ansias el momento ideal para retratar: la calle de Os Cesteiros. Por ahora , asume no haber encontrado , aún, el encuadre adecuado. Otro de sus grandes retos es la Puerta del Sol, «los edificios son muy altos para hacer casiñas», bromea.

Lleva tres años ampliando la colección, aunque la ha alternado con otros proyectos . Además de vender los cuadros por encargo, asiste a mercados de arte o mercados de barrio como el del Calvario. «Ahí llevaba reproducciones de las obras en lámina, porque era más fácil de vender», recuerda la artista. Debido a la gran acogida del público, decidió hacer merchandising con las Casiñas: bolsas de tela, recipientes de cristal, puzzles.

Con el tiemo Sofía Vázquez ha conseguido que su obra hable por ella. Muchos no la llaman por su nombre, pero la reconocen al instante cuando ven una de sus pequeñas casas con alma.

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