Zona Franca licita la fábrica de microchips fotónicos en Valladares por 8 millones

La previsión es iniciar las obras en diciembre y finalizarlas a mediados de 2027 | Contará con más de 4.000 m2 construidos en cuatro plantas

Parte del alzado noroeste de la futura fábrica.

Parte del alzado noroeste de la futura fábrica.

La nave de investigación y desarrollo de microchips fotónicos de la empresa Sparc en el Parque Tecnológico y Logístico (PTL) de Valladares dará un paso de gigante mañana. El Consorcio de la Zona Franca licitará la obra con un presupuesto base de más de 8 millones de euros. La previsión es iniciar la actuación en diciembre y finalizarla año y medio más tarde, es decir, a mediados de 2027. La superficie construida asciende a más de 4.000 metros cuadrados, que se harán realidad sobre una parcela de 3.240 metros cuadrados.

Según el cronograma trazado por el Consorcio vigués, se dejarán de recibir ofertas de constructoras en agosto. La adjudicación llegará en noviembre para que las obras, que cuentan con la licencia correspondiente del Concello desde finales de diciembre del año pasado, puedan comenzar ya al mes siguiente. La nave dispondrá de un sótano de casi 1.500 metros cuadrados, una planta baja de más de 1.260 metros cuadrados, una entreplanta de 276 metros cuadrados y una planta alta de 1.044 metros cuadrados. En total, 4.034.

En el sótano, se proyecta la reserva de un espacio para una futura sala blanca —cuarto para garantizar un entorno controlado y libre de partículas que maximice la calidad de los chips— gemela a la que se instalará en la planta baja en previsión de duplicar la producción, los vestuarios de los trabajadores y salas de instalaciones como la de tratamiento de agua, grupo contraincendios, aire comprimido, etc. Se dispondrá de una zona técnica para dar acceso a las instalaciones del falso techo de la sala blanca e instalar la maquinaria de climatización.

En la planta baja y la entreplanta, se contempla la creación de otra sala blanca, destinada a albergar los equipos y maquinaria necesarios para la producción de chips. Además, se ha prestado especial atención a la planificación logística de la empresa, por lo que se ha considerado «de manera minuciosa» las circulaciones tanto de los usuarios como de los trabajadores. Se ha desarrollado un diseño eficiente que permite una fluidez óptima dentro de la planta, asegurando un traslado eficaz de los materiales y una gestión eficiente de las operaciones. Al igual que en la planta sótano, se dispondrá de un nivel técnico para dar acceso a las instalaciones del falso techo de la sala blanca y albergar cuartos de instalaciones.

En la primera planta, el programa de necesidades contempla la distribución estratégica de diferentes despachos para los miembros del equipo, «asegurando la privacidad y comodidad necesaria para llevar a cabo tareas individuales y reuniones internas». Asimismo, se incluyen salas de reuniones y áreas destinadas a la formación y capacitación, donde se pueden llevar a cabo sesiones educativas y de desarrollo profesional. Para fomentar el bienestar de los empleados, se reservan espacios de descanso y terrazas para la socialización informal en un entorno de trabajo moderno y dinámico.

La cubierta se ha diseñado cuidadosamente para cumplir con dos objetivos principales: la instalación de paneles solares y la provisión de luz natural a las oficinas. Para lograrlo, se ha optado por una solución en forma de dientes de sierra, lo que le confiere un carácter singular y atractivo desde el punto de vista arquitectónico y permite maximizar la captación de energía solar al disponer los paneles solares en ángulos óptimos de inclinación. De esta manera, se potencia la generación de energía limpia y renovable para abastecer las necesidades de la nave industrial, siempre aportando por una arquitectura sostenible.

Los dientes de sierra en la cubierta crean una serie de lucernarios que permiten la entrada de luz natural en las oficinas ubicadas en la planta principal. «Esto no solo reduce la necesidad de iluminación artificial, sino que también proporciona un entorno de trabajo más agradable y beneficioso para los ocupantes», destaca el Consorcio. Por lo tanto, la fábrica contará con áreas de instalaciones, muelles de carga y descarga, áreas de producción (salas blancas), espacios para oficinas, aulas y despachos, salas de reuniones, espacios para personal (vestuarios, áreas de descanso y sala de lectura-biblioteca) y zonas húmedas. Tras la ronda de inversión llevada a cabo por Sparc en la que Indra Group pasó a ser el socio mayoritario, la SETT es el segundo accionista y Vigo Activo, el tercero.

Regades: «Será una revolución tecnológica»

La nave de Sparc se ha diseñado para albergar equipos y procesos avanzados necesarios para la producción eficiente y precisa de chips fotónicos de última generación. Además, dispondrá de equipos de deposición, grabado y litografía de alta precisión para la fabricación de los componentes fotónicos. Como destaca el alcalde olívico y presidente del Consorcio, Abel Caballero, «albergará a cientos de trabajadores de altísimo nivel tecnológico». «Esta licitación supone convertir en una realidad el trabajo que hemos realizado en la Zona Franca de Vigo desde 2018 para conseguir este proyecto. Y, ahora, todo está listo. La planta de chips fotónicos será una revolución tecnológica para el área de Vigo y supone entrar de lleno en un nuevo sector industrial que nace en el mundo», apunta el delegado del Estado, David Regades. Los chips fotónicos permiten el impulso de la tecnología óptica y su aplicación en áreas como las comunicaciones, la medicina, la computación de alto rendimiento y la defensa.

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