Vigo está entre las 10 grandes urbes del país con los alquileres más caros
El precio medio en junio batió un nuevo récord: 10,9 euros el metro cuadrado, más alto que en Córdoba, Murcia o Zaragoza
Sigue pendiente la entrada en vigor del PXOM

Manifestación en Vigo para pedir la regulación del alquiler y la limitación de la vivienda turística, entre otras demandas. Una de las celebradas en 40 ciudades de toda España. / Pablo Hernández Gamarra
Pasan los meses y cada vez es más difícil encontrar una vivienda en alquiler en Vigo que no suponga un desembolso importante. Basta con echar un ojo a los portales inmobiliarios para empezar desesperarse poco después de comenzar la búsqueda.
Un ejemplo: solo tres pisos se ofertaban ayer por la tarde por menos de 500 euros al mes y, de los más de 470 disponibles, solo uno de cada cuatro baja de 800 euros. En la comparación con el resto de las grandes ciudades de España, se transparenta esta realidad de forma más ilustrativa: la olívica es la décima del país con el coste medio más elevado del metro cuadrado, a 10,9 euros en junio, según Idealista. La cifra parece no tener techo después de batir el récord seis veces desde mayo del año pasado.
La tabla la lideran Barcelona y Madrid, donde se exigen de media 23,9 y 22 euros, respectivamente, por el metro cuadrado. Llama la atención que, por delante de Vigo, se sitúen ciudades con más población, como Zaragoza, Córdoba o Murcia. Entre junio de 2024 y el mismo mes de este año, el precio ha subido en Vigo cerca de un 7%, porcentaje que roza el 60% considerando el precio de junio de 2014, incrementos que nada tienen que ver con los registrados en los sueldos de la gran mayoría de la población. En la comparación autonómica, A Coruña supera a Vigo: 11 euros el metro cuadrado de las ofertadas, un 10% más.
La situación en la olívica es preocupante debido a la falta de un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) actualizado —está pendiente su entrada en vigor— y el creciente trasvase de viviendas al mercado turístico: son ya más de 2.400, cinco veces más que las anunciadas en alquiler. La gran esperanza para que bajen los precios, inasumibles para una parte importante de la población, es el desarrollo del documento urbanístico, que prevé más de 50.000 viviendas y más de 14.000 de protección, así como la limitación de las vacacionales.
Los expertos aseguran que un aumento de la oferta posibilitará una caída de los precios de venta y alquiler. En todo caso, la falta de mano de obra cualificada y el aumento de los costes ponen en duda la eficacia de esta acción a corto plazo. Concello y Xunta también apuestan por la construcción de vivienda protegida y la concesión de ayudas a dueños para sacar al mercado inmuebles vacíos.
La posibilidad de limitar el precio del alquiler supuso una bocanada de aire fresco para los inquilinos, deseosos de que, desde las instituciones públicas, se pusiese una solución al alza imparable de las rentas, pero esta medida no ha sido aplicada todavía en Vigo: es el Ayuntamiento la entidad que podría ponerlo en marcha tras recibir el permiso autonómico.
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