La huella de la UVigo sigue diluyéndose

Las emisiones de carbono por persona se han reducido un 37,6% desde 2008 | Ourense es el campus con mayor impacto porque recurre en mayor medida al vehículo particular

Imagen aérea del Cinbio, con paneles fotovoltaicos instalados en la cubierta. |  Duvi

Imagen aérea del Cinbio, con paneles fotovoltaicos instalados en la cubierta. | Duvi

Sandra Penelas

Sandra Penelas

La UVigo continúa diluyendo el impacto ambiental que genera su actividad diaria. Las emisiones de CO2 por persona se redujeron un 37,6% entre 2008 y 2024 en los tres campus, y la institución pasó durante este tiempo de generar un total de 23.385 toneladas de gases contaminantes a 14.652.

El último informe emitido por la Oficina de Medio Ambiente (OMA) también evidencia cómo el consumo de electricidad se redujo un 17,7% durante el mismo periodo. Y el de gasóleo, un 82,7%.

De forma paralela, la Universidad ha ido incrementando su apuesta por las energías limpias y el año pasado más del 40% de toda la energía consumida era renovable. La autoproducción de fotovoltaica aumentó un 20,9% solo entre 2022 y 2024 –hasta un 107% si nos remontamos al 2019– y la relación entre energía generada y consumida se sitúa en un 91,18%.

También ha aumentado desde 2019 la producción de biomasa –de 200.000 a 382.000 kWh– y la geotérmica –de 800.000 a 965.200 kWh–. Mientras que la termosolar se mantiene en los 18.000 desde 2022.

El informe de la OMA refleja además un aumento de la eficiencia en el consumo de agua, al reducirlo en un 44,8% desde 2010 hasta el año pasado. Lo que significa que la institución pasó de emitir 30 toneladas de CO2 a solo 6.

También en el caso del papel, la Universidad de Vigo ha logrado disminuir en gran medida su uso en la última década. Si en 2014 se consumieron algo más de 20o toneladas, el año pasado solo fueron 17. Y pasó de generar el equivalente a 370 toneladas de gases contaminantes a solo 31,6.

Asimismo, las emisiones derivadas de la construcción se desplomaron debido a que las grandes obras ejecutadas desde 2010 como Citexvi, Cacti-Cinbio o Cintecx ya están «amortizadas».

Según el informe de la OMA, la huella de carbono total de la UVigo en 2024 fue de 14.652 toneladas, 0,70 por persona. Una cifra que se corresponde con una huella ecológica de 4.103 hectáreas globales, esto es, el terreno necesario para cubrir sus necesidades, 0,20 por persona.

El estudio detalla además que las 83,11 hectáreas de superficie arbolada que suman los tres campus supusieron una biocapacidad de absorción de CO2 de casi 360 toneladas anuales, lo que se traduce en 100,7 hectáreas globales menos. En este sentido, la OMA destaca que la gran extensión arbolada y vegetal de As Lagoas-Marcosende es «muy beneficiosa» puesto que actúa como sumidero de las emisiones.

Respecto a los datos desgranados por campus, el de Ourense es el que tiene una mayor huella de carbono, 6,363 toneladas –1,2 por persona–. Supera al de Vigo, de mayor tamaño y con el doble de personas que lo utilizan a diario, por el impacto de la movilidad.

Las emisiones por el uso de vehículos particulares en Ourense suponen 4.500 toneladas frente a las 1.743 de Vigo y las 1.605 de Pontevedra. También lidera el impacto derivado del tren y la moto. Y el uso del autobús genera 88 toneladas frente a las 78 de Pontevedra y las 632 de Vigo.

La huella de carbono total del campus de Vigo en 2024 fue de 6.359 toneladas –0,61 por persona– y la de Pontevedra de 2.292 –0,64 por persona–.

De esta forma, la mayor huella ecológica es la de Ourense, con 1.782 hectáreas globales, seguida muy de cerca por Vigo, con 1.781, y de Pontevedra, con 641.

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