El Gobierno vetará la moratoria de multas en zonas de bajas emisiones
Ultima cambios en la normativa para endurecer exigencias y «garantizar su cumplimiento efectivo»
Abre la puerta también a otras restricciones, como por ocupantes del vehículo

Dispositivo de medición preparado en la rúa Progreso. / Jose Lores
La movilidad en Vigo vivirá en el último trimestre del año —plazo que maneja el Concello— un cambio de paradigma con la entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones (ZBE), cuatro ámbitos de la ciudad en los que se aplicarán restricciones de acceso a aquellos vehículos que no cumplan una serie de estándares medioambientales. Sin embargo, la implantación de estas áreas (Centro, Calvario, Bouzas y Praza de Portugal) será más exigente de lo previsto inicialmente tras la decisión del Gobierno central de endurecer las exigencias de las mismas, prohibiendo entre otras cosas cualquier moratoria en la aplicación de multas a aquellos conductores que se salten la normativa.
Así se desprende del proyecto de Real Decreto que ultiman los ministerios de Transición Ecológica e Interior (cuya fase de exposición pública acaba de concluir) para modificar la norma aprobada en 2022 que regulaba la implantación de las ZBE en los municipios de más de 50.000 habitantes. El Gobierno central ha tomado esta decisión al observar «una serie de deficiencias» en la regulación de estos espacios. Señala el Ejecutivo dilaciones «injustificadamente extensas» en la aplicación de sanciones, «zonas sin restricciones según el potencial contaminante de los vehículos o con un ámbito territorial insuficiente o coincidente con áreas ya protegidas» o «excepciones demasiado amplias».
De esta manera, y con el objetivo de «garantizar un cumplimiento efectivo» de la normativa, se endurecerán las exigencias incluyendo un nuevo artículo (denominado 10 bis) que establece cinco requisitos cuyo cumplimiento deberá quedar acreditado para que se considere válida la ZBE.
Deberá existir un régimen sancionador activo, «quedando excluido cualquier sistema transitorio de avisos que pudiera haberse contemplado», eliminando por tanto cualquier margen de maniobra para no multar a los conductores que obvien la normativa. No solo el apartado punitivo se recoge en la modificación del Real Decreto, sino que también será obligatoria la publicación de la normativa municipal que establezca la delimitación legal de las ZBE, las prohibiciones o restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos según el potencial contaminante de los mismos, contar con un sistema activo de control de accesos, monitorización y seguimiento y la integración del mismo con el Punto de Acceso Nacional en materia de tráfico y movilidad de la Dirección General de Tráfico.
Es básico, por tanto, que Vigo dé luz verde a la ordenanza (primero en junta de gobierno y, posteriormente, en pleno) que establecerá el paraguas normativo para que sepan a qué atenerse los conductores que quieran acceder a las cuatro zonas delimitadas. Aunque el alcalde, Abel Caballero, ha dicho en repetidas ocasiones que no se busca un fin coercitivo con multas, el giro del Gobierno exigiendo más dureza en la implantación de las ZBE obligará a ser implacable desde el minuto uno.
En la misma modificación de la norma, el Ejecutivo busca también dar una mayor cobertura legal a los ayuntamientos para decisiones sobre las limitaciones en vías urbanas. Así, se añade un artículo al Reglamento General de Circulación que posibilita fijar restricciones de acceso de vehículos a ámbitos urbanos basadas en criterios como el número de ocupantes del vehículo, los servicios a los que se destinan o la disponibilidad de sistemas avanzados de asistencia a la conducción.
El diseño anunciado por el Concello de Vigo afectará al 3% del casco urbano
A la espera del visto bueno a la ordenanza que definirá todos los pormenores de las futuras zonas de bajas emisiones de Vigo, el diseño planteado por el Concello de establecer hasta cuatro ámbitos diferenciados supone que estos afectarán a algo más del 3% de la superficie del casco urbano, con muchos puntos en los que ya desde hace años se limita el acceso rodado.
Las 67,18 hectáreas que ocuparán las ZBE no cambiarán nada en las vías urbanas con más tráfico, al quedar al margen avenida de Madrid, Beiramar, Gran Vía, Castrelos, Praza de América, Castelao, Praza de España, Arquitecto Antonio Palacios, Martínez Garrido, Gregorio Espino, Aragón, Venezuela, Lepanto, Alfonso XIII, García Barbón, Sanjurjo Badía, Travesía de Vigo, Pizarro, avenida de Europa y Jenaro de la Fuente
Con todo, el tiempo apremia al consistorio para desbloquear toda la tramitación durante el presente año, ya que de lo contrario pondría en riesgo las ayudas recibidas para el transporte público de viajeros para este semestre, al supeditarse a la implantación real de las ZBE en este ejercicio. Sí están ya instaladas en las calles las cámaras y sensores necesarios para el control de los accesos a las ZBE, que se realizará mediante la lectura de las matrículas.
En Galicia, por el momento, únicamente están en funcionamiento las ZBE de A Coruña y Pontevedra, mientras que, además de Vigo, Santiago, Lugo y Ourense tienen en marcha la tramitación administrativa para que sea una realidad. Las principales ciudades españolas ya tienen en funcionamiento estas áreas.
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