La cantera de especialistas para Sparc
Dos alumnos de la primera edición del curso de Experto en Desarrollo de Dispositivos de Fotónica Integrada de la UVigo, que se acaba de clausurar, ya se han incorporado a la fábrica

David Pérez, físico, y Celia Correa, ingeniera mecánica, con su chip / FDV
Una formación puntera y exclusiva en Europa para obtener una «visión integral» del desarrollo de chips fotónicos, desde el diseño al empaquetado. Y contando además con profesores de alto nivel procedentes de instituciones y plataformas tecnológicas de varios países. La primera edición del curso de Experto en Desarrollo de Dispositivos de Fotónica Integrada de la UVigo se clausuró la semana pasada tras cuatro meses de formación intensiva y altamente especializada. Dos de sus alumnos ya se han incorporado a la plantilla de Sparc. y otros accedieron a puestos de trabajo en el sector.
Tras este éxito, la iniciativa se repetirá en 2026 y está previsto que la preinscripción se abra de nuevo en septiembre con una oferta de veinte plazas dentro del Centro de Posgrado y Formación Permanente de la UVigo.
El curso está promovido por la Cátedra NextChip y financiado por el Gobierno en el marco del Perte Chip. Su coordinador, el catedrático e investigador de atlantTTic Carlos Mosquera, destaca que ofrece una formación «de vanguardia, combinando una sólida base teórica con un intenso componente práctico tutorizado».
Algunos de los alumnos de la primera edición ya estaban trabajando, como dos profesionales de Cataluña, y otros acababan de terminar sus estudios o estaban a punto de hacerlo en campos como la física y varias ingenierías.
A lo largo del curso, tuvieron la oportunidad de diseñar sus propios chips con diferentes funcionalidades y que fueron fabricados por la plataforma europea Luvia Photonics. Y en el acto de despedida, celebrado el pasado miércoles en Citexvi, recibieron sus dispositivos de manos del coordinador Carlos Mosquera, el director de la Cátedra NextChip y CEO de Sparc, Francisco Díaz, y el gerente de Gradiant, Fernando Jiménez.
La clausura del curso coincidió con el anuncio de que la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) participará en la factoría viguesa de semiconductores apoyada por Zona Franca. con una inyección de 17,2 millones de euros en el marco del Perte Chip. Y también con la entrada de la multinacional Indra como socio mayoritario al hacerse con el 37% de la compañía.
«El curso contribuye a consolidar a la UVigo como un referente en el impulso a las tecnologías emergentes, contribuyendo activamente al fortalecimiento del ecosistema de innovación y al talento en el campo de los semiconductores y la fotónica integrada», destacan sus promotores.
Estudió la carrera de Física y un máster de Fotónica en Barcelona, su ciudad natal, y en abril de 2023 se trasladó a Vigo con un contrato de investigación para trabajar en un proyecto del grupo I&C (Information and Computing Lab) del centro atlanTTic y la Escuela de Telecomunicaciones. Se encontró la convocatoria del curso, decidió matricularse y, desde el pasado 2 de mayo, forma parte de la plantilla de Sparc.
«Venía para dos años y me he ido encontrando cosas por el camino que me han llamado mucho la atención y que me han hecho quedarme. Realmente, no me esperaba que Vigo me diese tanto a nivel de carrera profesional», celebra David, que también se encuentra muy a gusto en la ciudad a nivel personal.
Del curso de Fotónica le atrajo el contacto con la industria y su vertiente aplicada: «Se lo recomiendo a todos mis amigos que han hecho Física porque ofrece una formación superpotente, que no te encuentras en todas partes y que además está financiado. Ha sido una oportunidad buenísima para mí».
Otro alumno de la primera edición del curso impulsado por la Cátedra NextChip también se ha incorporado a Sparc y David está convencido de que no serán los únicos. «En el futuro vendrán más porque es una formación que les interesa muchísimo», señala.
A la espera de que se construya la planta en el Parque Tecnológico de Valladares, David trabaja en las instalaciones cedidas por Zona Franca junto a otras cuatro personas con las que comparte la ilusión de los inicios de un proyecto de esta envergadura.
«Ahora me dedico al diseño porque todavía no tenemos fábrica para producir. Estamos en una etapa anterior al desarrollo, diseñando proyectos para empresas y cosas así», explica sobre su rol actual en Sparc.
David tiene muy buenas expectativas sobre el papel que puede llegar a jugar Vigo en una industria clave para el futuro, que seguirá ganando presencia a nivel internacional y que demandará talento especializado como el que ya está empezando a formar la Universidad de Vigo.
«La fábrica de chips fotónicos es única en España, lo que ya supone un factor diferencial de por sí. Y ahora tiene a Indra como socio. Pero es que además en Vigo hay un ecosistema tecnológico muy potente y puntero en el que también está Gradiant y el laboratorio QOPhi de la UVigo. Es un ecosistema que sitúa muy bien a Vigo y a Galicia, y a España también», destaca.
Graduada en Ingeniería Mecánica, Celia decidió seguir la recomendación de un profesor y realizar el curso durante el segundo cuatrimestre del máster en Ingeniería Industrial. «Era un buen momento para aprovechar esos meses en los que solo tenía que hacer el trabajo final para formarme en algo más. Y, aunque al principio tenía miedo de que fuese necesaria una base en fotónica muy profunda, mi carrera es muy amplia y recoge muchos de los ámbitos que abordamos. Había gente como yo y otros que ya tenían conocimientos, éramos un grupo muy multidisciplinar, pero al final todo fue muy bien», destaca.
Tanto, que decidió centrar su trabajo final de máster en el chip Swich 4x4 que desarrolló durante el curso. «Es una formación muy completa. Hicimos las simulaciones y el diseño, y una vez fabricado llevamos a cabo las pruebas. Y a mí me dejaron hacer más medidas en el laboratorio QOPhi para mi TFM. Le saqué bastante partido», admite entre risas.
Celia destaca que el curso ofrece «una visión general en pocos meses» gracias a profesores de la UVigo y de otras instituciones como el IMEC de Bélgica, el Tyndall National Institute de Irlanda, el Cesga o Gradiant. «Y poca gente tiene la oportunidad de asistir al proceso de fabricación en una sala limpia del INL de Braga como nosotros. Creo que eso fue lo mejor», apunta.
Aunque la formación en un ámbito tan puntero y que avanza muy rápido tendrá que ser continua, Celia confía en que este curso les abrirá un camino profesional. «Primero quiero acabar el TFM con calma, pero me gustaría trabajar en este ámbito. Se necesitan muchos perfiles no solo en Galicia, sino en el resto de España y fuera, y por lo que nos han dicho no deberían faltarnos oportunidades laborales. Una fábrica como Sparc va a necesitar gente que proceda de ámbitos diferentes, como éramos los alumnos del curso, y siempre es más fácil contratar a personas que ya tienen unos fundamentos de fotónica que formarlos desde el principio», comenta.
Celia también espera que más chicas como ella apuesten por esta tecnología puntera que creará trabajos de calidad: «En el curso éramos varias alumnas y ya me parecieron muchas después de mis años de carrera. Hay que reivindicarlo».
Estos días tiene además muy presente a su abuelo, fallecido hace una semana: «Esperó para irse hasta que acabé. Siempre me apoyó con todo y me animó a estudiar lo que quería».
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