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El jardín botánico de la Fundación Sales acogió un taller para aprender a elaborar un ramo de San Xoán en el que participaron medio centenar de personas de todas las edades. Guiado por la escritora Soledad García, todos quedaron protegidos de los malos espíritus tras una entretenida jornada.

Tradición, leyendas, naturaleza y diversión se dieron la mano la tarde de ayer en el jardín botánico de la Fundación Sales en un taller intergeneracional guiado por la escritora nigranesa Soledad García Riveiro para dar las claves de cómo realizar un perfecto ramo de San Xoán, que será el fiel guardián durante un año, un elemento protector «para espantar os malos espíritos e recoller toda a forza», destaca Soledad García.

Un notable interés despertó la actividad propuesta en la Fundación Sales, dando continuidad al taller que la escritora realizó el año pasado en Nigrán. Alrededor de medio centenar de personas fueron desfilando por el jardín botánico. Familias con hijos pequeños y no tan pequeños, parejas, personas mayores. Un perfil variado para disfrutar del solsticio de verano y de todas las leyendas a su alrededor, un público entusiasmado y completamente entregado a la conductora del taller.

«Vimos isto e non o dubidamos, as costumes hai que transmitilas e por riba podemos visitar este marabilloso xardín», destaca Verónica, que no dudó en desplazarse desde Vilagarcía junto a Manuela, su hija de 10 años, para pasar una tarde diferente.

Tras un arranque musical, Soledad García fue explicando a los participantes en el taller las propiedades de hasta 33 plantas que pueden componer el ramo de San Xoán. «Non tes por que telas todas, o que si que a tradición manda é que o número final sexa impar e que lle metas certas plantas», explica la divulgadora. En ese listado está la árnica — «todos os dores cura, non sendo a morte, que é moi dura»—, el hipérico o flor de San Xoán— «súper difícil de conseguir, que cando rompe parece que bota sangue», la macela, el loureiro — «que sempre ten que estar se queres algo na vida, o la milfollas — «cada vez máis difícil de atopar polos fitosanitarios».

Todas las propiedades y leyendas de las plantas están recogidas en el herbario que Soledad García entregó a los participantes en la iniciativa, un pequeño libro de bolsillo que vio la luz para guiar a la gente por el monte y localizar las plantas.

De forma colaborativa, fueron haciendo cada ramo antes de atarlo y prepararse para el ritual que lo convertirá en el protector del hogar. «O ramo debe botarse nun balde con auga, poñerse á luz da lúa para que esta e o orballo fana a súa cura e, despois, á mañá seguinte, recóllelo e gardalo boca abaixo para que nos protexa todo o ano antes de queimalo na fogueira o 24 de xuño tras facer un novo ramo entre o 21 e o 23», explica Soledad García, subrayando que son los días perfectos para «recoller as plantas no seu máximo fervor, porque o sol está máis alto».

Tras confeccionar los ramos, los participantes en el taller pudieron también poner a prueba los conocimientos adquiridos identificando las plantas usadas, mientras que los más pequeños disfrutaron buscando dos hadas escondidas en lugares señalados del jardín botánico como son una gardenia primitiva o un hipérico. Una tarde diferente para aprender ahondando en una de las tradiciones más emblemáticas de Galicia: «Un ramo con número impar fai, pois así, as forzas do ceo hante amparar». Así sea.

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