Un SOS para estudiar chino

Alumnado, profesores y dirección de la Escuela Oficial de Idiomas defienden la importancia de este idioma en el contexto geopolítico actual y lamentan que la Xunta cierre el 6.º y 7.º cursos, interrumpiendo la formación de los estudiantes.

Algunos alumnos, profesores, la auxiliar de conversación nativa (Jinzhu Qu) y el jefe de estudios (Dionisio Soler).

Algunos alumnos, profesores, la auxiliar de conversación nativa (Jinzhu Qu) y el jefe de estudios (Dionisio Soler). / Pablo Hernández Gamarra

«El chino es el idioma del presente y del futuro». Así lo defiende Cristina Rodríguez, jefa del departamento de Chino de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Vigo. Asegura que tiene «un enorme potencial desde hace algunos años» que «se ve reforzado ahora debido al contexto geopolítico actual», el cual, probablemente, «favorecerá un mayor acercamiento económico entre la UE y China», país que «está jugando un papel muy importante en el sector de las nuevas tecnologías, el coche eléctrico, el acero o el pesquero».

Opinan de la misma forma tanto los alumnos como la dirección del centro, quienes lamentan que la Xunta cierre el 6.º (B1.3) y 7.º (B2.1) cursos, los cuales, si nada cambia, ya no se impartirán desde septiembre, interrumpiendo la formación de los estudiantes. La de Vigo era la única EOI de Galicia que mantenía estos niveles. «Nosotros esperamos y estamos intentando que este cierre no sea definitivo, pero no tenemos ninguna garantía de ello», explica Rodríguez. Destaca que «la matrícula oficial cuesta un máximo de 127 euros anuales por cuatro horas de clase semanales a las que se pueden añadir de manera gratuita diversas actividades». «Con este dinero, no se podría pagar ni un mes de clases en el sector privado», apostilla.

Entre el alumnado de la EOI de Vigo directamente afectado por el cierre de cursos, está Anxos López. «Achegarme ao chinés permitiume descubrir unha realidade lingüística sorprendente e comezar a intuír unha configuración do pensamento moi diferente á miña», asevera antes de anotar que, «no mundo da investigación», el país asiático «ofrece aos estudantes de posgrao e doutoramento galegos múltiples oportunidades de colaboración e intercambio ben financiadas e moi enriquecedoras». «Estar de costas a China non parece moi estratéxico. Para min, non poder rematar os estudos despois de seis anos de traballo duro é desolador. Espero que nos poidan ofrecer unha alternativa para non perder o contacto co idioma e preparar as probas para obter o HSK —una prueba de nivel estandarizada internacional—», cuenta.

Otro de los perjudicados es Andrés Cuñarro: «Si no puedo seguir estudiando chino en la EOI, tendré que intentarlo por mi cuenta sin la inestimable ayuda de los profesores». En una situación parecida se encuentra Juana Alonso. «No podré cambiar a otro centro que imparta clases de chino. Tendré que buscar un profesor que me ayude a no perder la lengua aprendida y, si no lo encuentro, lo que tengo claro es que no podré dejar de estudiar, ya que, en unas semanas, no recordaré casi nada», comenta.

El cierre de cursos de chino en la EOI preocupa también a los estudiantes que se encontrarán más tarde con este problema. Es el caso de Teresa Pozas. Tendría que buscar una academia privada: «Puede suponer un desembolso prohibitivo para algunas personas. En muchos casos, es posible que la gente abandone el idioma o no encuentre un grupo de personas en las que apoyarse para el estudio». Miguel Ángel López, precisamente, adelanta que «tendría que seguir estudiando de forma autodidacta», ya que su situación económica le impediría seguir formándose en un centro privado. «Si van cerrando grupos, es muy complicado avanzar para continuar con el aprendizaje», lamenta Helena Casado.

«Es un elemento muy diferenciador a nivel profesional»

Laura Torrado

— Directora de la EOI

Pablo Macías cree que se matricularía en una academia privada, «con el esfuerzo económico que eso conlleva». Es una opción que valoraría Julián Calle: «Si el precio resulta prohibitivo, es posible que acabe dejándolo». «Es una desgracia que se pierda la oportunidad de poder estudiar el idioma más hablado del mundo en una institución pública de tu ciudad», critica Jorge Domínguez. «Vivo en Pontevedra y su EOI no dispone de chino, lo cual ya me provoca ciertos inconvenientes. Si retiran cursos de chino de la Escuela de Idiomas de Vigo, me resultaría bastante complicado encontrar un lugar de aprendizaje en el cual se ofrezcan tantas horas de clase y cantidad de material por un precio tan asequible», sostiene Nuria Picón.

Son numerosos los motivos que llevan a los estudiantes a elegir el chino. María Vázquez, de 4.º, desea viajar al gigante asiático, donde quiere conocer de cerca «su maravillosa cultura milenaria». También le encanta su caligrafía, «sutil y preciosa». Larissa L. cita las mismas razones. Helena Casado cree que puede abrirle puertas en el mundo profesional. «Mi hija es mitad china. Necesito continuar mis estudios para poder comunicarme con mi familia política y planeo pasar algunos años trabajando allí», dice Pablo Macías.

Mercado laboral

La directora de la Escuela de Idiomas de Vigo, Laura Torrado, subraya que «aprender chino es un elemento altamente diferenciador a nivel profesional». «El equipo directivo recibe consultas con frecuencia sobre alumnado pasado o presente que cumpla dicho perfil para trabajar en empresas del área empresarial de Vigo», remarca. Añade que el Concello ofrece becas de inmersión lingüística de 15 días en una ciudad china.

La preinscripción en cursos oficiales de chino para nuevo alumnado estará abierta del 16 de junio al 7 de julio y la de los monográficos sin exámenes, del 22 de julio al 19 de septiembre. Para los alumnos que continúan, entre el 9 y el 23 de junio en convocatoria ordinaria y entre el 27 de junio y el 7 de julio en extraordinaria.

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