El aeropuerto de Vigo se queda sin vuelos internacionales en el regreso del Celta a Europa

Las dudas en la ruta de Londres desde diciembre contrastan con la demanda para aficionados locales y visitantes en los 8 partidos de fase de grupos

Aficionados del RC Celta en Peinador antes de volar a Manchester para las semifinales de la Europa League en 2017

Aficionados del RC Celta en Peinador antes de volar a Manchester para las semifinales de la Europa League en 2017 / Marta G. Brea

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Vigo

Un sueño convertido en realidad pero que tendrá nuevos obstáculos. Y es que en la clasificación del Celta a la Europa League en la próxima temporada no coincidirá solamente con la obra en la grada de Gol que limitará, notablemente, el aforo del estadio de Balaídos. Y es que este periodo de alta demanda en la movilidad hacia el resto del continente coincidirá con el más que posible fin de la única ruta internacional del aeropuerto de Vigo.

El desbloqueo a la venta hasta el 31 de diciembre —y no hasta el fin de la temporada invernal en marzo— y la guerra abierta entre Aena y Ryanair hacen presagiar que la conexión entre Peinador y Londres-Stansted no estará presente ni siquiera durante toda la fase de grupos. La liguilla con 8 partidos en casa y domicilio, arrancará el 26 de septiembre y tendrá los últimos encuentros el 22 y 29 de enero.

A su vez, y pese a ser una de las promesas electorales de Abel Caballero en 2023, el Concello no ha lanzado nuevos concursos de rutas a París, Bruselas, Dublín o Ámsterdam. Así, la terminal olívica queda como la que menos destinos foráneos tiene en todo el noroeste, solo igualada con León.

Equipos ya clasificados

En comparación, durante la última participación (2016/17) había rutas a Bolonia, Edimburgo o Lisboa, aunque en ninguna de estas ciudades había rivales del Celta. Para la próxima edición ya se han confirmado el Crystal Palace londinense, Aston Villa, Lille, Olympique de Lyon, Stuttgart, Friburgo, Bolonia, AS Roma Dinamo de Zagrab o Glasgow Rangers. También el Oporto y Braga que permitirían un desplazamiento histórico y, paradójicamente, a la mitad de distancia que cualquiera de los habituales en Primera.

El regreso a las competiciones de la UEFA obligará a los aficionados a optar por vuelos chárter, escalas o desplazarse a Sá Carneiro y Lavacolla, donde hay conexión directa a aeropuertos de Países Bajos, Suiza, Bruselas o Inglaterra que les acercarían al destino final. El sorteo que deparará los cruces en esa primera ronda otoñal será el 29 de agosto.

Impacto en la hostelería

Esta situación no solo perjudicará a los celtistas que quieran seguir al equipo de Claudio Giráldez como ya hicieron con los de Víctor Fernández o Eduardo Berizzo. Los cuatro equipos que visiten durante la primera fase Balaídos no solo tendrán que lidiar con las limitaciones de capacidad del estadio, si no que tendrán que añadir un desplazamiento desde Oporto o Santiago hacia Vigo.

De esta manera, su tiempo de estancia y gasto promedio en la ciudad se verá reducido, afectando por igual a hoteles y restauración. Y es que las llegadas de Benfica en 1999 (8.000 desplazados) o el Manchester United en 2017 (1.300) hicieron las delicias de un sector hasta entonces poco acostumbrado a la llegada de miles de turistas extranjeros.

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