Expertos avisan de los riesgos de las nuevas formas del tabaco y la nicotina

Uno de cada cuatro chicos de 14 a 18 años ha usado cigarrillos electrónicos en el último mes

La AECC inicia esta semana un curso de deshabituación para pacientes oncológicos

Una máquina de producción y envasado de 'snus', bolsas de nicotina.

Una máquina de producción y envasado de 'snus', bolsas de nicotina. / FdV

Vigo

Más de la mitad de los adolescentes entre 14 y 18 años han probado los cigarrillos electrónicos (54,6%). Uno de cada cuatro, en el último mes. El triple que dos años antes. Son datos de la última Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES 2023). Con este incremento, los expertos se muestran muy preocupados por el éxito de los vapeadores y otras formas de consumir tabaco y nicotina entre los más jóvenes. «Tienen más glamur». No tiñen los dedos ni los dientes, no huelen, tienen diseños atractivos, los compras en una boutique,... Los profesionales advierten: «No son más inocuos y suponen la puerta de entrada para otras sustancias».

El neumólogo Rafael Gallardo, con una de las tres consultas de deshabituación tabáquica del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) —las otras son las de Rehabilitación Cardíaca y Medicina Preventiva—, cuenta que el consumo de tabaco en la población gallega en general se ha estabilizado en torno al 20%. «Lo que preocupa es el consumo de los nuevos dispositivos, que está experimentando una subida espectacular», cuenta. Y, en especial, en los los jóvenes.

«No es una forma segura de consumir tabaco, solo es marketing de las empresas tabacaleras», les advierte. Explica que ya hay estudios que demuestran que son perjudiciales, pero aún es pronto para comprobar que efectos tienen en el desarrollo de grandes enfermedades.

Rafael Vázquez Gallardo.

Rafael Vázquez Gallardo. / Alba Villar

"Preocupa el consumo de los nuevos dispositivos, que están experimentando una subida espectacular"

Rafael Vázquez Gallargo

— Neumólogo del Chuvi

Lola Andújar, técnica de prevención y promoción de la salud de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), explica que la población está hoy más informada sensibilizada sobre los efectos del tabaco, por la ingente evidencia científica. Lamenta que no hay la misma percepción sobre, por ejemplo, los vapeadores. «Los venden como algo inocuo, pero no es vapor de agua, genera aerosoles tóxicos», advierte.

Bolsas de nicotina

Censura que ni su fabricación ni su venta están regulados por ley, por lo que no se sabe exactamente qué es lo que contienen y los jóvenes pueden acceder a ellos de forma mucho más fácil.

Loreto Puente, psicóloga de la AECC, habla también de las bolsas de nicotina, o snus. Es una especie de rapé húmedo que se coloca entre la encía y el labio para absorber la nicotina. Surgieron en Suecia, pero ya se venden en Inglaterra —y en Gibraltar— «en tiendas muy monas, como si fueran gominolas». Los jóvenes de aquí las pueden comprar también por internet.

«Es como fumarte una cajetilla en una hora. Les produce un nivel de activación neurológico muy alto, pero es perjudicial», explica y añade: «Lo venden como má sanos porque no tiene humo, pero el efecto cardiovascular es intenso».

También advierte a los jóvenes que una cachimba, en niveles de nicotina, es igual a fumar 200 cigarrillos. Advierten que la industria tiene a los jóvenes como público objetivo de estos nuevos productos, por lo que se anuncian en redes sociales o patrocinan festivales. AECC reclama a las Administraciones que no lo permita.

Talleres

La asociación organizó el año pasado dos talleres de deshabituación tabáquica en la ciudad y esta semana inicia otro. En concreto, este se dirige a pacientes oncológicos —en los que el tabaco tiene consecuencias específicas, como disminución de los efectos de la quimioterapia o problemas en la cicatrización— y supervivientes.

Loreto Puente.

Loreto Puente. / Pablo Hernández Gamarra

"Una bolsa de nicotina es como fumar una cajetilla en una hora; sin humo, pero con efecto cardiovascular intenso"

Loreto Puente

— Piscóloga de la AECC

Explica Loreto que están viendo un cambio en el perfil de sus talleres —no todos para pacientes oncológicos—. «Antes la gente lo dejaba más tarde, a raíz de un problema de salud, a los cincuenta o sesenta». Ahora ya nos llega gente a los veintitantos o treinta». Según el observatorio de AECC hay 9.628 chicos de entre 15 y 24 años que fuman y 3.062 que lo hacen de forma ocasional.

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