Grupo Itínere multiplica por seis su beneficio en un año por el negocio de la autopista AP-9

El resultado neto de la dueña de Audasa o Autoestradas salta de 4,3 a 26 millones

El ebitda alcanza el 78% del total del volumen de negocios

Definido el nuevo reparto accionarial: el fondo APG traspasó un 25% a Swiss Life

Vista del puente de Rande que da servicio a la AP-9

Vista del puente de Rande que da servicio a la AP-9 / Marta G. Brea

Lara Graña

Lara Graña

Itínere Infraestructuras ha convocado su junta general ordinaria para el próximo miércoles, en primera convocatoria, con la validación de las cuentas de 2024 como principal asunto de la orden del día. Los socios de la propietaria de Autopistas del Atlántico (Audasa) o Autoestradas de Galicia (AG-55 y AG-57) celebrarán una sesión previsiblemente cómoda, o de celebración, habida cuenta de los resultados obtenidos. Porque Itínere se anotó un salto exponencial en sus ganancias, de más del 500%, al pasar de 4,3 millones de euros a 26 millones. Dicho de otro modo, la concesionaria de la AP-9 o de la autopista que une Puxeiros y Baiona multiplicó por seis su beneficio neto en solo un año. Fueron determinantes tanto el incremento de tráficos —solo anotó una caída de la intensidad media diaria (IMD) de vehículos con Aucalsa, que une León y Campomanes— como, sobre todo, de los peajes.

El tesoro de este grupo es y será la vía que vertebra Galicia de norte a sur, sin alternativa gratuita: de los 292,16 millones de euros que computó Itínere de cifra de negocios, más de 210 millones fueron contribución de la AP-9. Pero la enorme aportación de Audasa a este conglomerado se nota todavía más, de un primer vistazo, en el beneficio. Del ramillete de filiales que entran en su perímetro de consolidación, cinco de ellas (Gebisa, Europistas, Enaitínere, Itínere y ENA) computaron números rojos, frente a las ganancias de otras seis (Audasa, Audenasa, Autoestradas, Aucalsa, Gesbisa y Bip & Drive). Pero es que la concesionaria de la AP-9 casi que habría compensado todas las pérdidas de las rezagadas por sí sola, con un resultado neto de más de 49 millones de euros (atribuible a la sociedad dominante).

En ningún caso alcanzaría Itínere los niveles de rentabilidad que exhibe año tras año de no ser por la AP-9, cuya concesión expirará en el año 2048 —si no lo remedia Bruselas— después de la prórroga validada por el Ejecutivo de José María Aznar y que empezó a contar en agosto de 2023. Las cifras son muy elocuentes. Tomaremos el ebitda como el indicador de rentabilidad —formalmente es el resultado sin contar intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones—, que en 2024 fue de 227,7 millones de euros. Teniendo en cuenta que la facturación fue de los mencionados 292 millones, el ebitda representa un abismal 78% de margen sobre los ingresos. Es una tasa inusualmente elevada para cualquier empresa. No para Audasa. No para Itínere.

Cambios

Fue el pasado octubre que, mediante un comunicado colgado en su web, Itínere anunció un cambio en la propiedad del grupo. El control total de la autopista AP-9, entre otras, pasaba a manos del macrofondo de pensiones holandés APG tras un acuerdo con la española Globalvía, que llegaba tras un carrusel de sonados litigios. Y apuntó, a continuación, que la propia APG había vendido una parte al holding suizo Swiss Life. Pero en aquel momento no quiso desvelar cómo había quedado el reparto en las participaciones, un detalle que ha alumbrado ahora en la documentación remitida a los accionistas. Swiss Life controla el 25% de Audasa, mientras que el capital restante está en la cartera de APG. Pero la transacción no se formalizó hasta el pasado 16 de enero, como también consta en el informe no financiero del grupo. En particular, la operación se firmó entre Itinere Investments Holdings BV y Swiss Life Retina BidCo SARL (sede en Luxemburgo)

En cuanto a las partidas destinadas por Itínere a trabajos de reposición de firmes en sus autopistas, éstas fueron limitadas, aunque sí superiores a las de los dos ejercicios anteriores. Dedicó 7,23 millones de euros para los más de 468 kilómetros que explota en régimen de concesión. La junta de accionistas abordará, por último, el contrato laboral firmado con el presidente no ejecutivo del consejo de Itínere, Juan María Nin Génova (exCEO de La Caixa, entre otros muchos cargos), con una retribución bruta de 302.750 euros anuales en doce pagas (equivale a más de 25.000 euros brutos mensuales).

| FirmaFoto Pendientes (todavía) del dictamen de Europa

En la documentación remitida por Itínere Infraestructuras a sus accionistas —el capital está principalmente en manos de APG y Swiss Life— no constan novedades sobre el doble apercibimiento a España de la Comisión Europea, que considera ilegal la prórroga de la concesión firmada hasta 2048. Acaba de cumplirse un año desde que Bruselas comunicase un segundo expediente por este motivo al considerar insuficientes las alegaciones formuladas desde Madrid.

Desde la asociación de usuarios En Colectivo, que ha promovido intensamente la caducidad de la concesión, confían en que pronto se conozca el dictamen definitivo. Itínere ha advertido que reclamará como indemnización un importe superior a su deuda financiera neta, que supera holgadamente los 1.000 millones de euros.

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