Feriantes aseguran que las exigencias amenazan las fiestas de Coia o Bouzas
El Concello defiende que reclama «lo que recoge la ley autonómica»
La Agrupación de Fiestas de Vigo advierte de que, si no hay atracciones, no se podrán celebrar las verbenas

La atracción del saltamontes en marcha en las pasadas fiestas de Coia. / Jose Lores
La celebración de las tradicionales y multitudinarias fiestas de Coia, Bouzas, Beade, Matamá o Valladares este verano está en riesgo. Lo reconoce el presidente de la Agrupación de Fiestas de Vigo, Manuel Carrera, también presidente de la Asociación Cultural Festas da Consolación de Coia. A raíz del accidente mortal del saltamontes que le costó la vida al joven Iván Castaño en agosto del año pasado, el área de Seguridade del Concello ha decidido aumentar las exigencias a los feriantes que deseen instalar sus atracciones, la principal fuente de ingresos de las comisiones.
Carrera asegura que el gobierno local «va más allá» de lo recogido por la ley de espectáculos públicos y actividades recreativas de Galicia. «Tiene competencias para ello y hace bien», señala tras indicar que el departamento liderado por Patricia Rodríguez Calviño reclama documentación a los feriantes que, hasta ahora, no era necesaria: «No sabemos si podrán montar en Coia al menos porque la fiesta es del 4 al 9 de julio —la primera gran verbena del verano— y la documentación tiene que estar presentada en la Xunta un mes antes».
Fuentes municipales preguntadas por FARO dejan claro que el departamento local de Seguridade «exige taxativamente lo que recoge la ley autonómica (Ley 9/2013 y decreto 226/2022)». «La ley hay que cumplirla sí o sí. No cuestionamos la ley», añaden desde la Praza do Rei. En la comunidad gallega, las atracciones itinerantes de ferias que se instalan temporalmente en fiestas y verbenas populares deben cumplir una serie de requisitos que abarcan desde la documentación hasta toda la cuestión técnica pasando por inspecciones y actuaciones de comprobación para garantizar la seguridad. Así lo recoge el decreto 226/2022 de 22 de diciembre de la Xunta, publicado en el DOG en enero de 2023 en desarrollo de la Ley 10/2017 de espectáculos públicos y actividades recreativas de Galicia.
A mayores de esto, según Carrera, el Concello «exige un certificado de seguridad de Eccom (entidades de certificación de calidad municipal)», que «debe emitir una ingeniería externa». Las Eccom desarrollan actuaciones de certificación, verificación, inspección y control de la conformidad de instalaciones, establecimientos y actividades con la normativa aplicable en el ámbito municipal. «Estamos negociando con el departamento de Seguridade para que los feriantes puedan presentar toda la documentación de las atracciones, pero la cosa está peliaguda. Hemos pedido una reunión urgente con el alcalde, Abel Caballero. En Coia, ya está todo el programa cerrado y se está repartiendo publicidad. Estamos a la espera de este encuentro para que el Concello nos dé el permiso. Si no, no se podrá realizar la fiesta», advierte Carrera.
Un mes de antelación para entregar la documentación
Añade que la Xunta debe tener en su poder «con un mes de antelación» la información sobre las atracciones que van a participar y su ubicación en un plano. «Si no llegamos a tiempo, tendríamos que tirar la toalla, ya que, sin las atracciones, la fiesta no sería viable económicamente. No queremos llegar a este punto, pero la solución tiene que ser inminente porque la fecha límite está muy próxima. El Concello es muy exigente y los feriantes tienen la documentación como las tienen…», reconoce el presidente.
Concreta que, hasta la fecha, el Ayuntamiento reclamaba a los feriantes el libro de operaciones cubierto, algo que «la mayoría» no cumple, según asegura este representante, un proyecto y la documentación de la atracción en regla, como el seguro y demás. «Eran estos tres puntos siempre. En lo que fallan todos es en el libro de operaciones y mantenimiento, que no lo tienen cubierto. Se les exigía, pero presentaban las cosas como las presentaban... Y, ahora, el Ayuntamiento exige que las cosas vayan bien cubiertas y certificadas por un ingeniero y que todo sea como tiene que ser», manifiesta.
Esta situación genera un evidente malestar entre los feriantes, que «están que trinan», asegura Carrera. «Señalan que estuvieron trabajando en la fiesta de la Ascensión en Santiago, en la de la Pascua de Padrón o en San Telmo de Tui y no les pidieron tantas cosas. Esta situación se da en la ciudad de Vigo por lo que pasó en Matamá. Se pusieron más estrictos. Nosotros, en Coia, seguimos para adelante por el momento. Tenemos ya los contratos de las orquestas y demás. Estamos pendiente de lo que suceda en la reunión con el alcalde, al que le pediremos unas garantías para poder celebrar las fiestas: nos tiene que asegurar que se van a poder montar atracciones. De no ser así, nosotros no somos capaces de sufragar los gastos», anota.
Una situación inédita
Carrera indica que, en las siete décadas de vida de las fiestas de Coia tal como se conocen, solo se suspendieron en dos ocasiones: 2020 y 2021 por el COVID. «Espero que haya solución», concluye.
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