Rotundo veredicto del caso del crimen de la casa okupa: culpable de asesinato

El jurado no se creyó la versión exculpatoria de Fredy Rojas y concluye que mató con alevosía a su amigo, que no pudo prevenir el ataque ni defenderse dada su embriaguez

El acusado estuvo presente en la lectura del veredicto, este jueves.

El acusado estuvo presente en la lectura del veredicto, este jueves. / Alba Villar

Marta Fontán

Marta Fontán

El jurado popular acogió a pies juntillas la tesis de la Fiscalía y ha declarado culpable de asesinato con alevosía a Fredy Rojas, el hombre de origen boliviano que mató de una certera puñalada en el corazón a Jonny A.A., de la misma nacionalidad y con el que convivía en el viejo caserón okupado de la calle Coruña de Vigo ante el cual ocurrió el crimen.

Los cinco hombres y las cuatro mujeres que conformaban el tribunal ciudadano emitieron su veredicto este jueves tras una rápida deliberación que deja claro que no se creyeron la versión exculpatoria del acusado, que se había declarado inocente culpando de la violenta muerta a un compañero rumano que convivía con ellos.

Tras el rotundo dictamen, la fiscal reiteró su solicitud de 20 años de prisión, mientras que la abogada defensora, que inicialmente interesaba la libre absolución, pidió a la magistrada-presidenta que dirigió el juicio que le imponga 15 años, la pena mínima que contempla el Código Penal para el asesinato.

Tras tres jornadas de juicio, el jurado popular comenzó a deliberar este jueves pasadas las once de la mañana. No tuvieron muchas dudas, porque apenas ocho horas después ya tenían listo el veredicto, que el portavoz leyó poco después, al filo de las 20.30 horas y con la presencia del acusado, en la «macrosala» de la Ciudad de la Justicia donde, con claras dificultades por el pésimo sonido, se celebró esta vista oral.

El crimen ocurrió la madrugada del 17 de julio de 2023 ante la ruinosa casa donde residían tras regresar ambos de las fiestas de Bouzas. Hicieron parte del camino juntos, pero en la plaza de la Industria discutieron, se separaron e hicieron lo que les restaba de trayecto por rutas distintas.

El tribunal popular fue unánime al dictaminar que Fredy fue el autor de la muerte de su amigo. Y ello en base a la geolocalización de los teléfonos móviles y las imágenes de las cámaras de distintos establecimientos que los situaron juntos esa madrugada. La presencia de ADN del acusado en el cuchillo del crimen y de sangre de la víctima en su ropa y mano son las pruebas de cargo más «contundentes» tenidas en cuenta por el jurado, que concluye que el procesado no dio una explicación «creíble» sobre lo sucedido aquella madrugada, incurriendo en «contradicciones».

También hubo unanimidad a la hora de determinar que el acusado actuó «con intención de acabar con la vida» de la víctima: por el tipo de arma empleada, por la existencia de varias cuchilladas –cuatro– y porque una de ellas, la mortal, se dirigió a un órgano vital como es el corazón.

Vulnerabilidad

No fue unánime la apreciación de la agravante de la alevosía, la que eleva el crimen a la categoría penal de asesinato. Este hecho se aprobó con siete votos a favor y dos en contra. Dado el gran estado de embriaguez en que estaba aquella noche Jonny –dio una tasa de alcohol en sangre de 3,50–, su estado era de «vulnerabilidad». Ni pudo «prevenir» el ataque y se vio con su capacidad de defensa «anulada», como lo demuestra el hecho de que no había las típicas lesiones de ello en sus manos.

Ahora la magistrada debe dictar sentencia. Junto a la pena de cárcel, la Fiscalía pide que el acusado indemnice con 60.000 euros a la madre de la víctima, que vive en el extranjero. La defensa solicita que esta cantidad se reduzca a 6.000 euros dado que su cliente no tiene recursos económicos.

Tracking Pixel Contents