Entrevista | Amandine Beyer Violinista y directora

«Dirijo desde el violín, es un papel más integrado en la orquesta»

La artista se intercala con Brönnimann en la dirección del último concierto de la temporada de la Real Filharmonía, mañana

Beyer, durante una actuación.

Beyer, durante una actuación. / RFG

Vigo

Esta violinista francesa, referencia en la interpretación del repertorio barroco y clásico, se vino a Vigo hace 20 años «por amor». Es su base en una agenda cargada de viajes. Da clases en Basilea —en la Schola Cantorum Basiliensis— y es habitual de las más importantes salas y festivales del mundo entero. El jueves (20 horas en Afundación) cierra la temporada de las sinfónicas profesionales gallegas en Vigo junto a la Real Filharmonía de Galicia (RFG). Y lo hace en su doble faceta de intérprete y directora. Además, será un concierto comentado.

-En el programa figura Baldur Brönimann como batuta y usted como violinista y también directora. ¿Cómo es esto?

-Compartimos el programa. Baldur [director titular y artístico de la RFG] va a dirigir una pieza de Peter Eötvös (1944), un concierto de percusión espectacular, con Juanjo Guillem de percusionista solista con la orquesta. Y yo dirijo el resto del programa, con piezas de Henry Purcell (1695) y Johann Sebastian Bach (1685).

-¿Cómo dirige? Tengo entendido que no se sube al estrado.

-Dirijo desdel el violín, que es una cosa que se hacía mucho en la época. Es indicar las cosas tocando. A veces estoy sentada; otras de pie... El jueves [mañana] estaré con Baldur, pero no sobre un estrado. Es como un papel más integrado en la orquesta, menos protagonista exterior. Liderando desde el gesto musical.

-¿Y funciona con los músicos?

-Siempre tenemos el dilema. Creo que les gusta mucho y, a la vez, es menos común. Es otro tipo de comunicación. También es gestual, pero con el instrumento.

-Describen este concierto como «cautivador». ¿Por qué?

-En el escenario va a haber muchos instrumentos diferentes. Nunca había visto tantas percusiones a la vez como en la pieza de Eötvös. Empezaremos con una pieza barroca de Henry Purcell, un compositor inglés del siglo XVII, que escribió mucha música de teatro. Se llama «Curtain tune», un aria para las cortinas, para cambio de escenario. Es como un homenaje a todo este material que traemos. Luego pasamos a la pieza contemporánea de Eötvos; después, una suite de Purcell; y, finalmente, la «Suite para orquesta número 3 en Re maior» de Bach, con trompetas, timbales... Creo que es una música que va a resultar muy llamativa. Es un programa muy explosivo e interesante. Me apetece muchísimo.

-El programa parece muy vinculado al teatro, la dramaturgia, el diálogo...

-Claro. No hay personajes, no hay actores, no hay cantantes, no hay decorado, pero sí que hay música que se ocupa de que lo imaginemos todo. Es lo que más me gusta de la música instrumental, cuando puede evocar tantos mundos diferentes llamando a la imaginación del público. Es mi pasión, esto me encanta.

-¿Cómo marida el barroco con el siglo XXI?

-Creo que muy bien. La pieza de Eötvös está mirando al barroco. Hay como una legitimidad para conectarla con otras suites orquestales. Creo que el gran cambio que surgió en la música fue en el romanticismo. Muchas veces el compositor o la compositora se puso en el centro de la obra y con sus emociones, muy personales, al contrario que antes y después, que la música siempre estaba al servicio de un público, de un evento, de algo social. Nosotros entramos en la obra, más que la obra se acerca al oyente. Es otra manera de hacer música, siempre profunda, pero más desenfadada.

-¿Cuál es la relación con la RFG?

-Este es mi segundo año colaborando. Empecé el pasado con tres proyectos y quedan los tres del año que viene. La RFG nació como orquesta de cámara, con Helmuth Rilling, muy al inicio. Tenía un acento de música antigua que, a lo largo de los años, ha ido evolucionando. La voluntad de Baldur Brönnimann era rellamar a este acento. Y resulta que Sabela García Fonte, la directora técnica de la RFG, es una violinista barroca que fue mi alumna en Porto, en la SMAE, donde enseñé antes que en Basilea, durante 10 años.

-¿Cómo ve el panorama musical en Vigo?

-En lo que me concierne, en cuanto a la música clásica y barroca, cuando llegué a Galicia estaba el festival Are More o espacios sonoros en Vigo, el de José Víctor Carou en Santiago... Trabajaba más aquí. Echo un poco de menos más iniciativa, pero hay muchos músicos y creo que nunca hay que perder la esperanza. Al concierto invité a mi hija, a muchos amigos y amigas, vendrá gente de la frutería debajo de mi casa... Estoy encantada de tocar aquí.

-¿Gente que igual no suele acercarse a la música clásica?

-Exactamente. Mucha gente que va a ir por primera o segunda vez y estoy muy contenta de que el programa sea tan ecléctico.

-¿Puede ser más atractivo?

-Exacto. Muy amplio y divertido.

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