La Policía desmonta la versión del presunto asesino del crimen de la casa okupa de Vigo: «Es imposible»

Fredy R.M. declaró que tras separarse de la víctima de regreso de las fiestas de Bouzas ya no la volvió a ver, pero el inspector jefe del caso dice que las cámaras refutan este alegato

El detenido por matar al okupa con el que convivía en Vigo

El detenido por matar al okupa con el que convivía en Vigo / Alba Villar

Marta Fontán

Marta Fontán

«Es imposible». El inspector jefe de la Policía Nacional que estuvo al frente de la investigación del crimen de la casa okupa de la calle Coruña repitió varias veces esta frase en su comparecencia, este martes, en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Vigo.

Lo hizo para dejar clara su convicción de que la versión exculpatoria del presunto agresor, quien la noche del asesinato había ido con el fallecido a las fiestas Bouzas, no encaja con lo que evidencian las imágenes de las cámaras de seguridad de los establecimientos ubicados cerca de la vivienda ante la cual ocurrió la violenta muerte.

Una de ellas captó al acusado de regreso de las fiestas subiendo solo por la calle Coruña a las 03.16 horas. Otra ubicada en ese mismo víal más arriba grabó a las 03.24 horas a la víctima, ya herida de muerte, a escasos metros de donde acabaría cayendo desplomada.

El procesado declaró que cuando llegó a la casa ya no vio al fallecido. Pero el policía afirma que este no es posible: el callejón por el que él llegó al domicilio y por el que la víctima escapó tras ser acuchillada es el mismo, por lo que, sí o sí, tendrían que haberse «cruzado».

Fredy R.M., de origen boliviano y que afronta 20 años de prisión, residía con Johny A.A., de idéntica nacionalidad, en la vivienda okupa. Compartían casa con un compañero rumano, hacia el que el presunto asesino trata de dirigir las sospechas. Ambos, acusado y testigo, estaban juntos cuando aquella madrugada del 17 de julio de 2023 las primeras patrullas policiales llegaron al lugar.

Aunque el procesado siempre se declaró inocente, las sospechas desde el primer momento recayeron en él porque tenía sangre en su mano izquierda y en su pantalón. Él dijo que había sido porque, de regreso de las fiestas, Johny se había caído y cortado en la mano con una botella de cerveza que se rompió, manchándose él al auxiliarlo. Pero, contaron hoy los agentes, el cadáver no tenía ninguna lesión en sus manos y, cuando fueron al lugar de la supuesta caída, allí no había ni sangre ni cristales.

«Lo detuvimos a él [al procesado] por la sangre que tenía y porque la explicación que dio sobre el origen de la misma no se acreditó», dijo el inspector jefe, señalando sobre el compañero de vivienda rumano que desde el principio nada indicó que él pudiese tener algo que ver con el crimen. Posteriormente en comisaría éste aportó voluntariamente su ADN mientras que Fredy se negó, consiguiéndose dicha muestra cuando el juzgado ordenó su obtención forzosa.

El cuchillo utilizado en el asesinato, uno de los que tenían en la cocina de la vivienda, fue hallado cerca de la casa, parcialmente tapado con hierbas. Y junto a restos de sangre que evidenciaron que el crimen ocurrió allí, en la zona la Policía también encontró la cazadora, el bolso bandolera y el teléfono móvil de la víctima.

Cálculo policial de las distintas rutas de camino a la vivienda

Fredy y Johny volvieron aquella madrugada juntos desde las fiestas de Bouzas. Una cámara ubicada en Tomás A. Alonso, en la zona de la curva de San Gregorio, los captó a los dos. Pero después, cerca de la plaza de la Industria y tras una discusión, llegaron a la casa okupa de la calle Coruña ante la que fue el crimen por caminos distintos.

El acusado lo hizo por la calle Coruña. La Policía Nacional realizó un cálculo de lo que se tardaría por las distintas rutas por las que se podía llegar hasta el punto del asesinato y, sobre la que tomó el presunto asesino desde el lugar en el que se separó de la víctima, concluyó que caminando a un ritmo normal llevaría 4 minutos.

«El detenido cogió la ruta más corta», concretó un agente. Cualquiera de las otras que habría hecho la víctima, por Camiño do Chouzo o por la calle Celso Rivas Pérez, llevan más tiempo.

Tracking Pixel Contents