Comercios de productos ‘low-cost’ ya se especializan en pisos turísticos

Los pisos turísticos siguen estando en el foco informativo de Vigo. Ya no es solo que haya más que nunca, en torno a 2.300, sino que a su alrededor se está creando un auténtico negocio al que cada vez se suman más sectores y empresas. La última novedad: en la ciudad hay varios comercios low-cost especializados en productos para alquileres vacacionales. Uno de ellos se encuentra en la calle Urzáiz, esquina con Esperanto. Se conoce como Restos de stock y dicen estar especializados en material low-cost para pisos turísticos. Concretamente, venden juegos de sábanas blancas, colchones, toallas…que obviamente también se pueden llevar particulares, pero que están especializados en el sector vacacional. Se trata de un comercio de bajo coste, pues lo que ofrecen son productos salidos directamente del almacén.

Ahora, con el verano cada vez más cerca, espera que repunten las ventas. Es más, en el propio exterior de la tienda, ubicada donde hace años estaba una oficina del BBVA, se puede apreciar un rótulo en grande en que señalan que están especializados en pisos turísticos. Este es solo un ejemplo de los varios comercios que se definen como low-cost en Vigo y que han visto en el ámbito vacacional un auténtico nicho de negocio.

Aquí también hay otra lectura, y sin duda es el hecho de que los comercios son conscientes de que muchos propietarios utilizan materiales baratos para sus pisos turísticos, también por el hecho de que son viviendas con un uso exhaustivo, especialmente en verano, y tienen que estar cambiando constantemente colchones, sábanas, toallas que se desgastan...

También inmobiliarias

No es el único negocio alrededor de los alquileres vacacionales. En Vigo hay ya más de una decena de inmobiliarias que se dedican exclusivamente a la gestión de este tipo de inmuebles al considerar que son una gran fuente de beneficios. Buscan ahorrarle todo el trabajo a los propietarios pues gestionan íntegramente las viviendas, incluso llevando a cabo las obras necesarias y la consecución de la licencia pertinente. A cambio, le cobran un determinado porcentaje por reserva, normalmente de un 20%. Y no solo eso. Algunas de esas promotoras operan ya directamente como agencias de viajes y han empezado a ofrecer servicios más allá del alojamiento. Por ejemplo, excursiones y actividades que se pueden hacer en la ciudad y alrededores. De esta forma, buscan competir todavía más con hoteles, que históricamente son los que venden esos productos turísticos a sus huéspedes.

Hay que tener en cuenta que en estos alojamientos, por lo general, todo está automatizado. El huésped mete un código que le permite acceder a su piso, sin tener que entrar en contacto en ningún momento de forma presencial con la empresa. Es por ello que las excursiones se deben pagar por transferencia o en la propia página web, y las reservas se pueden hacer también por teléfono.

Son muchos los propietarios que están apurando para dar de alta sus viviendas para uso turístico antes de que se apruebe el PXOM de Vigo, que plantea una serie de limitaciones con el objetivo de poner cierto freno a la eclosión de estos alojamientos.

Alquileres temporales, directos al mercado vacacional

La ciudad se prepara para un trasvase masivo de inmuebles al alquiler vacacional a partir del verano. Son concretamente un centenar de pisos en Vigo, cuyos propietarios los pusieron en el mercado de alquiler de temporada, es decir, estancias eventuales de menos de un año, destinados fundamentalmente para estudiantes o profesores que buscan una vivienda en la ciudad durante el curso escolar.

Todos estos contratos se acaban en junio, y la gran mayoría de ellos aprovecharán para registrar estas viviendas para uso turístico y ofrecerlas durante julio y agosto a los veraneantes, cobrándoles un alquiler mucho más elevado que si estuviesen en el mercado residencial convencional. Todo ello provocará precisamente que la oferta de inmuebles en arrendamiento en Vigo se reducirá todavía más a partir de este verano.