El transporte escolar pierde usuarios por la mayor opción de las familias de elegir colegio

Según datos del Ministerio, en dos cursos, hay 2.000 alumnos menos que lo emplean en Vigo y resto de centros de la provincia

Un autobús escolar es inspeccionado por agentes municipales en Vigo. |  Jorge Santomé

Un autobús escolar es inspeccionado por agentes municipales en Vigo. | Jorge Santomé

La caída de la natalidad ha dejado en los colegios decenas de pupitres vacíos. ¿Qué consecuencias directas ha tenido esto en las familias? Una mayor posibilidad de elección de centro educativo. Y es que la práctica totalidad logran plaza en el colegio o instituto que soliciten. Esto también provoca que la proximidad se convierta en uno de los criterio preferentes para los padres y madres a la hora de matricular a sus hijos, lo que se traduce en un descenso de la necesidad del uso del transporte escolar.

Así se desgrana de las últimas estadísticas del Ministerio de Educación. En los colegios de Vigo y resto de puntos de la provincia, el número de usuarios del bus escolar descendió de forma notable en los últimos dos cursos. Concretamente, pasaron de más de 37.000 usuarios en el año lectivo 2020-2021 a los escasos 35.000 actuales, una de las caídas más acusadas desde que hay referencias.

Detrás de esta caída se encuentran, entre otros factores, la posibilidad de matricular a los hijos e hijas en centros próximos al hogar familias, favoreciendo así los desplazamientos y en muchas ocasiones, la conciliación. Para muchos padres y madres ya no es obligatorio tener que acceder a un colegio que les quede a desmano y del que requieran transporte escolar porque pueden, en la inmensa mayoría de los casos, a los recintos más cercanos a su residencia.

Por la contra, otro de los servicios complementarios que sí gana usuarios es el comedor escolar, también para favorecer la conciliación familiar. Esta normativa cambiará por completo el próximo año ya que tendrá que adaptarse a las nuevas exigencias del Ministerio que pasa por productos más sanos, frescos y de temporada, mayor presencia de verduras y legumbres, preferencia por lo integral en pan, pastas y arroces, fuera lo precocinado, racionalización del azúcar y limitación de las carnes rojas e incluso el pescado a un máximo de tres días por semana.

Esta situación obligará a las anpas que gestionan los comedores a solicitar un aumento de las subvenciones para hacer frente al aumento del precio del menú.

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